CEO de Anglo American
CEO de Anglo American
Luis Fernando Alegría

Luego de cinco años, por fin se puso en marcha el megaproyecto minero , que ya comenzará a tener impacto macroeconómico este 2018. El Comercio conversó con Mark Cutifani, CEO de , sobre el proyecto y sus próximos pasos en el Perú.

¿Cuál es el cronograma de ejecución de los US$5.300 millones que se invertirán en construir el proyecto? ¿Se podría ver algo este año?
El proyecto va a demandar aproximadamente US$400 millones este año. En números redondos, va a ser entre US$1.000 millones y US$1.300 millones en el 2019, en el 2020 probablemente alrededor de US$1.500 millones; en el 2021 de nuevo entre US$1.000 millones y US$1.300 millones y finalmente la diferencia en el 2022.

¿Hay una fecha exacta de inicio de obras?
Sí, ayer [risas]. Ya hemos estado invirtiendo en la comunidad y el reencauce del río [Asana]. Hemos hecho trabajo preparatorio para los cimientos del molino y otras áreas. Ya hemos invertido cerca de US$500 millones en preparación para el proyecto, y tenemos un equipo en el sitio que va a acelerar esa inversión en los próximos tres o cuatro meses.

Se estima que se procesarían 127.500 toneladas de roca al día. ¿Hay espacio para ampliar eso?
La operación tiene el potencial para incrementar su procesamiento diario de roca en alrededor de 18% por día, sumando 150.000 toneladas. Tenemos la infraestructura y el agua para procesar esa cantidad de material, pero el tope para ir más allá de eso es el uso del agua. Tenemos ese espacio, pero necesitamos investigar y asegurarnos de tener la tecnología correcta para producir ese adicional.

En el 2013 todo estaba listo para comenzar el proyecto, pero se pospuso. ¿A qué factores responde eso?
Los resultados de la exploración han sido muy robustos, para entender muy bien el yacimiento y su geología. Creo que, segundo, el apoyo que hemos tenido del gobierno y la comunidad ha sido clave para tomar la decisión de ir hacia adelante.
Tercero, los desafíos técnicos que hemos resuelto también son claves, en términos de la tecnología que vamos a utilizar en el proyecto. Y, finalmente, el precio del cobre, que creemos tiene un futuro fuerte. Está cerca de US$3 por libra, que es un buen precio para hacer este compromiso. Creemos que el futuro del cobre es muy fuerte, así que nos da confianza.

Pero el precio promedio del en el 2013 estaba alrededor de US$3,33 la libra y hoy está en US$2,9. ¿Qué ha cambiado?
[Algo] muy importante. El precio del cobre antes del 2013 estaba mucho más arriba, entre US$4 y US$5 por libra. Entonces, US$3,3 era un precio decepcionante y lo que teníamos que hacer era encontrar nuevas o mejores tecnologías para mejorar la eficiencia en costos y justificar el proyecto. A pesar de que ahora el precio está algo debajo de US$3, la mejora sustancial que hicimos para producir más a un costo más bajo es muy importante en términos de soluciones.

El enfriamiento de China y el riesgo de guerra comercial están pegando al precio del cobre. ¿Por qué ser optimistas?
Nosotros tenemos una perspectiva de largo plazo para el precio del cobre. Las conversaciones comerciales difíciles en el corto plazo pueden crear volatilidad, pero creemos que los fundamentos de largo plazo son muy fuertes. Recuerda que el cobre es fundamental para el modo de vida actual y, en especial, en la electrificación que está ocurriendo en todo el mundo, desde los autos eléctricos hasta los teléfonos móviles. Se necesita energía en los hogares y el cobre es clave para transmitir la electricidad. Reconocemos que, de cuando en cuando, habrá altibajos; pero mirando el largo plazo tenemos un costo muy competitivo y vamos a poder sobrellevar tiempos difíciles.

Hoy estiman un ‘cash cost’ de US$1,05 por libra. ¿Cuánto era el estimado en el 2013?
Habría estado alrededor de US$1,50, no tenemos un estimado exacto. Pero no es solamente el ‘cash cost’, sino también el costo de la inversión, que era mucho más alto también. Es una combinación de ambos.

Southern quería asociarse con ustedes en Quellaveco, que hubiera tenido sentido dada su operación en el sur del Perú. ¿Por qué no tomar la oportunidad?
Es importante notar que tuvimos muchos agentes ofreciendo ser socios y, cuando evaluamos los pedidos, la propuesta de Mitsubishi era la más competitiva y la que ofrecía más valor como sociedad. En algún momento, personas de Southern Copper mencionaron la posibilidad de hacer algo, pero no en una manera que nos permitiera retener la propiedad del proyecto.
Nuestro compromiso con el Perú es muy serio, de largo plazo, y vemos más potencial en otras áreas para extender nuestra participación, entonces no queríamos reducir nuestro compromiso con el Perú.

¿Hay algún otro proyecto en la mira?
Ahora no tenemos un proyecto cercano, pero sí nos hemos comprometido con la exploración de nuevos proyectos de cobre, que es un compromiso fuerte y esperamos conversar sobre nuevas posibilidades. Explorar y encontrar posibilidades requiere tiempo. Un deseo es una cosa, pero todavía no tenemos algo concreto. Dada la fuerte relación que hemos construido alrededor de Quellaveco, ciertamente estamos abiertos a extender nuestra relación.

¿Cuánto están invirtiendo en exploración ahora?
El presupuesto varía entre US$5 millones y US$10 millones al año. Algo de eso se usa en áreas adyacentes a Quellaveco para entender el tamaño completo de sus reservas; y también en áreas que podamos manejar a algunos kilómetros del proyecto.

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