Transformación digital: ¿Cómo partir e implementarla?

Uno de los objetivos clave para las empresas hoy a nivel global es la mejora términos de ejecución y de procesos a través de herramientas tecnológicas, que les permitan volverse más eficientes y, a su vez, más ágiles. Es en este punto es donde entra a calar la importancia de la transformación digital.

Hugo Alegre, director de Real Time Management, resalta que es ahí donde las firmas peruanas asumen un doble reto. Ello, debido a que el punto de partida para que una empresa pueda iniciar su proceso de transformación es interiorizar la importancia de la digitalización para modernizarse y, así, poder avanzar hacia la automatización de procesos, que es el punto básico dentro del proceso y un gran desafío para que las empresas puedan seguir siendo competitivas. 

PUNTO DE PARTIDA

Se entiende a la automatización como el hecho de optimizar ciertos procesos que son claves para las empresas, de cualquier sector, con el objetivo de reducir costos a través de la sustitución de procesos manuales.

El experto anota que en la actualidad existen muchas más opciones para lograr la automatización que en el pasado. La gran ventaja de ello, añade el experto, es que esto facilita y democratiza los procesos de transformación digital, al hacerlos más fácil y menos costosos de lo que era hace cinco o 10 años.

Existen por ejemplo herramientas, como el 'cloud computing', que han facilitado el acceso a tecnologías eficientes para las micro, pequeñas y medianas empresas.

"La automatización es la capa cero. En ese sentido, es importante entender que para hoy la automatización no es impedimento en ningún tipo de empresa. Es muy fácil hacer pequeños desarrollos, pequeñas aplicaciones, que puedan impactar fuertemente en los procesos de las compañías", detalla el ejecutivo.

PASO A PASO

No obstante, Alegre precisa que todavía hay muchas compañías en el país que no han recorrido bien el camino hacia la digitalización. 

"Hay muchas empresas peruanas que no tienen buenos sistemas ni en soporte ni en su relacionamiento con los clientes. Compañías con ERP (sistemas de planificación de recursos empresariales) instalados, pero que no los han adecuado necesariamente para que sus procesos sean eficientes y ágiles. (...) Muchas no le han sabido sacar provecho a las grandes inversiones que han hecho en términos de software", advierte.

Tal como lo explica Alegre, la adaptación por parte de las compañías nacionales no se ha concretado porque la gran mayoría han dejado de lado la primera capa de avance.

En ese sentido, indica que para no cometer este error las empresas deben partir de un diagnóstico inicial, el punto A, hacia el punto al cual buscan llegar.

"Cuando uno hace esto tiene que hacerlo con un buen levantamiento de información, es decir, debe diagnosticar cuál es el estado actual en el que se encuentra la compañía. El nuevo punto al que concretas que llevarás a la firma con tus procesos mejorados es alcanzable una vez que has diagnosticado los procesos, los has rediseñado, has encontrado una serie de oportunidades de mejora para hacer que los sean más rápidos, más sencillos, más confiables y por lo tanto menos costosos", acota.

LOS RETOS

Más allá del análisis costo-beneficio que realice una empresa antes de implementar nuevos sistemas, Alegre destaca que estos procesos implican los retos propios de cualquier transformación, que involucran a los diversos stakeholders de una corporación.

En esa línea, menciona que el primer reto es el diseño: poder tener un nuevo escenario de punto de llegada que esté lo suficientemente bien hecho y alineado con los objetivos planteados. "Debe tener una metodología", añade el experto.

Luego, un punto clave es que las personas y los trabajadores comprendan la importancia de los cambios y los nuevos sistemas que se busquen implementar, pues ello determinará el compromiso que la empresa pueda mantener en el camino.

Finalmente, está el compromiso de los recursos necesarios, donde es clave la capacitación y una buena guía para mantener el ánimo de u na organización cuando las cosas se pongan difíciles. 

Como todo proceso de transformación, cuesta; pero en el contexto actual es un reto que todas las empresas deben asumir para que sus procesos no queden en la historia, según puntualiza Alegre.

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