El FIDT busca reducir la brecha en servicios básicos e infraestructura. (Foto: USI)
El FIDT busca reducir la brecha en servicios básicos e infraestructura. (Foto: USI)

En teoría, los políticos están para representar, aglutinar e intentar hacer realidad aquellos temas que son de interés público. Muchas veces el problema es que los temas de interés público no son los temas de público interés. Es decir, no son los temas más gratos para la gente, no son los temas de coyuntura, no son los temas de la portada de los diarios. Es popular hablar de escándalos o tragedias, pero no le damos el mismo interés a discutir las soluciones que las podrían evitar.

Nos hemos pasado dos años y medio evitando discutir los temas. Desde el , porque llegaron sin nada preparado, sin bancada potente que pueda poner temas complejos en la agenda. Nunca se animaron a sustituir su debilidad numérica por un argumento que pudiera entusiasmar a la . El único momento en que lo hicieron fue cuando el lanzó la idea de las reformas políticas y el referéndum. Inclusive, en ese destacable esfuerzo, pusieron temas para entusiasmar a la galería, como la no reelección de congresistas, para darle un bálsamo de popularidad.

Imaginamos la semana después del referéndum y no hay nada más en debate de aquella agenda de interés público. Nadie se anima a iniciar la discusión de cómo la podría no solo hacer crecer la economía, sino fundamentalmente hacer crecer el tamaño de nuestras empresas, hacerlas más , que muchos más trabajadores tengan la posibilidad de contar con un empleo formal con beneficios laborales. 

Nadie se anima a discutir cómo podríamos dar mucho mejor acceso a los servicios de y no tener que esperar por tratamientos u operaciones, hasta la muerte en muchos casos, porque no logramos dotar de eficiencia al sistema de salud. Temas como estos nunca estuvieron en agenda.

Del lado del , la norma también fue dejar esos temas para después. Cada vez que conversé con los congresistas de , su disciplinada respuesta fue siempre la misma: ahora no. Durante el primer año, con esa abrumadora mayoría se pudo haber concretado la continuación de la gran transformación que el presidente Fujimori hizo en los noventa. El presidente Kuczynski y sus gabinetes compartían esta visión de que existía una agenda de reformas que son de interés público, difíciles de digerir porque como en los noventa tocaba enfrentar el statu quo. Pero esto era lo responsable.

El país ha perdido una gran oportunidad, se han desaprovechado años valiosos discutiendo temas que no sacarán a nadie de la , de vivir permanentemente con ingresos insuficientes, con unas condiciones laborales que en nada se parecen a los de la

Hoy la situación política nos abre, otra vez, la puerta de esa oportunidad. Podemos emplear los esfuerzos en hacer realidad esa agenda negada en estos años, o podemos darle paso a la agenda marcada por lo que diga la próxima encuesta.