Economía de China se desacelera a su menor nivel en 24 años
Economía de China se desacelera a su menor nivel en 24 años
Redacción EC

Apesar de la reciente desaceleración de China, para cualquier país latinoamericano el de-sempeño económico de los países asiáticos sigue siendo envidiable. Si bien hoy la región latinoamericana tiene un ingreso promedio todavía mayor al de Asia, hace 30 años el ingreso promedio de la región era 8 veces mayor, hoy solo es 30% mayor. 

Uno podría ser poco crítico y sugerir que en la medida que una economía se hace más rica se vuelve más difícil crecer tan rápido porque las oportunidades fáciles y los retornos altos empiezan a ser más escasos. Pero si miramos los pronósticos de crecimiento que se hicieron públicos esta semana en las reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, mientras Asia crecerá a una tasa cercana a 7% en los próximos años, .

Es claro que hoy en realidad hay dos velocidades de crecimiento dentro de la región, pero inclusive los países de mayor crecimiento lo harán a tasas menores que las de Asia. Aclaremos que en este cálculo siempre se deja a Japón de un lado y se habla de Asia en desarrollo.

Pensando en positivo uno quisiera saber que se puede aprender de Asia en este momento en que claramente nuestro crecimiento es menor. A mi juicio, la mayor diferencia entre las dos estrategias de crecimiento ha sido el grado de integración que han sido capaces de tener no solo con el resto del mundo sino entre los distintos países de la región. Cuando se habla de la fábrica asiática es porque China tiene un enorme comercio con las economías vecinas y todas ellas con el mundo.

Sin duda el factor más dinámico de su crecimiento es ser los proveedores del mundo de una larga lista de bienes.

Pero, y muy atado a lo anterior, como su mercado es el mundo y no cada uno de sus países, sus empresas tienen la ventaja de poder alcanzar una escala de producción mucho mayor. Esto les permite mayores gastos en innovación, mayor productividad y ha permitido que el esfuerzo en mantener escuelas públicas de calidad sea bien remunerado.

Asia, a diferencia de nuestra región, no se ha ganado mercados internacionales a través de una multiplicidad de acuerdos comerciales sino sobre la base de su competitividad.

En Washington se lanzó una hipótesis sobre este tema. América Latina necesitaría una tasa de cambio más competitiva, pero no la tiene porque ahorra muy poco.

En efecto, otra diferencia notable entre las dos regiones son sus niveles de ahorro doméstico. Asia, en promedio, ahorra más de 30%  de su PBI y nuestra región 20%. Esto nos obliga a depender del ahorro externo y por ello la tasa de cambio no es tan competitiva.

El sector privado ahorra menos de lo que debería porque el sector formal de la economía es muy chico. Por su parte, los gobiernos aún –con contadas excepciones– no han podido diseñar esquemas para ahorrar parte de sus ingresos. El reto implica un fino balance entre apoyar el desarrollo de la infraestructura que nos hará más competitivos y los efectos macroeconómicos sobre la tasa de cambio de un mayor ahorro público.

Curiosamente, la región le saca ventaja a Asia en haber reducido la de-sigualdad de ingresos. Quisiera creer que eso se ha logrado con políticas sostenibles y tenemos una lección que ofrecer al mundo, pero son varios los países de la región en que esto no es así.