El sueldo medio de los directores ejecutivos de las grande empresas de EE.UU. es de US$12.100 millones anuales. (Foto: Getty Images)
El sueldo medio de los directores ejecutivos de las grande empresas de EE.UU. es de US$12.100 millones anuales. (Foto: Getty Images)
Oswaldo Molina

Pocas personas en el mundo empresarial dudarían del valor que tienen los dentro de los directorios de las compañías. Sin embargo, ¿es posible medir los beneficios que estos pueden traer a las empresas? A inicios de la década del 2000, a raíz del escándalo de Enron, se dieron cambios regulatorios en que forzaron a las empresas que cotizan en bolsa a incrementar la presencia de directores independientes.

Luego de más de una década de entrar en vigor ese cambio, diversos investigadores han evaluado precisamente si dicha regulación realmente benefició a las empresas. Para ello, comparan a las empresas que ya tenían un directorio mayoritariamente independiente previo al cambio regulatorio, con aquellas que estuvieron obligadas a hacerlo en dicho momento y que, por tanto, serían las que se beneficiaron de la medida (y de la consiguiente mayor presencia de directores independientes).


Los resultados de estas investigaciones, publicadas en el prestigioso “Journal of Financial Economics”, no podían ser más alentadores: los directores independientes no solo mejoran la transparencia de las empresas, como podía esperarse, sino que también aumentan la innovación dentro de las mismas.

Así, de acuerdo con una de estas investigaciones, el impacto de los directorios independientes sobre la innovación es significativo y de una magnitud considerable, pues incrementa el número de patentes de la empresa entre 20% y 30%, debido a la presión que ejercen estos directores por mejores resultados. Asimismo, según otra de las investigaciones, el incremento de la proporción de directores independientes repercute positivamente sobre la transparencia de la firma, medida como la frecuencia con la que se presentan informes sobre predicciones del flujo de caja a los accionistas y la precisión de estas predicciones.

No obstante, si los directores independientes generan estos beneficios concretos, ¿sería posible estimar su valor para las empresas? Aunque parezca increíble, eso es precisamente lo que buscaron responder los académicos Nguyen y Nielsen en una tercera investigación.

Según ellos, si un director independiente agrega realmente valor a la empresa, entonces el precio de las acciones debe disminuir cuando estos ya no forman parte del directorio.

Para estimar esto, los autores usan las muertes súbitas de los directores independientes en empresas de Estados Unidos entre 1994 y el 2007.

De este modo, estiman que la muerte súbita de un director independiente reduce el valor de las acciones de la empresa en 0,85%. Nada despreciables los aportes de los directores independientes, lo que muestra cuán importante puede ser el proceso de composición de los directorios, incluso si no son obligados por la regulación.