Las fintech y los desafíos digitales de la banca [Opinión]
Las fintech y los desafíos digitales de la banca [Opinión]
Redacción EC

Por: , gerente general del Banco de Crédito BCP

La explosión en la conectividad digital y la emergencia de nuevas tecnologías ha facilitado el surgimiento de una nueva categoría de jugadores [en la ].
Este sector financiero afronta amenazas más disruptivas y complejas de aquellas a las que ha estado acostumbrado.

Pocas veces la banca ha enfrentado desafíos tan importantes como los actuales a nivel global. No me estoy refiriendo a las presiones generadas por la ralentización del crecimiento ni a las tasas de interés negativas en los mercados avanzados; tampoco al creciente celo regulatorio que se viene instalando en distintas latitudes. Todas estas son situaciones que hemos debido enfrentar en el pasado y a las que hemos podido adecuarnos exitosamente.

Cuando hablo de los nuevos retos, me refiero a otras amenazas, más disruptivas y complejas, que en el corto plazo podrían transformar el entorno competitivo en el que la industria se mueve.

La explosión en la conectividad digital y la emergencia de nuevas tecnologías ha facilitado el surgimiento de una nueva categoría de jugadores, las empresas , que buscan establecer su presencia en el mercado mejorando determinados componentes de la cadena de valor que hasta ahora controlaba de manera casi exclusiva la banca tradicional. Gracias a su agilidad, bajos costos (no tienen que mantener sistemas de distribución física) y sofisticación tecnológica, algunas de estas empresas pueden ofrecerle a los consumidores una creciente gama de servicios financieros de manera más conveniente y eficiente.

Si bien el impacto de estas empresas aún no resulta significativo, eso podría cambiar dramáticamente en los próximos años. Según un reciente informe de McKinsey, actualmente existen más de 2.000 fintechs globales, el doble de las que operaban hace un año. Durante el último lustro estas han atraído más de US$40.000 millones en inversiones, con una tendencia al alza. Más sorprendente aún, 153 de estas start-ups ya cuentan con valorizaciones de mercado que superan los US$1.000 millones.

En este entorno competitivo, el riesgo que la desintermediación de clientes le plantea a la banca tradicional es real y significativo, sobre todo en lo que atañe a la pérdida de aquellos segmentos más rentables del negocio. De allí la enorme importancia que para los bancos tiene el adelantarse a las nuevas circunstancias y afianzar su propuesta de valor para satisfacer y retener clientes. Clave para ello será digitalizar aquellos componentes que permitan mejorar la experiencia del cliente, bien sea a través de las aplicaciones de banca móvil o llevando la misma experiencia digital a las propias agencias.

En la misma línea, los bancos tendrán que mejorar la velocidad con la que llegan al mercado con nuevos productos digitales, generando prototipos que puedan ser rápidamente calibrados e implementados. Para ello son muchas las instituciones, entre ellas el BCP, que han optado por la creación de centros de innovación e incubadoras que promuevan este tipo de iniciativas, recortando los tiempos de desarrollo de meses a semanas.

Estas transformaciones exigen un cambio profundo en la cultura corporativa de los bancos, demasiado marcada por estructuras jerárquicas y la inercia del pasado. Así, para idear soluciones que les permitan responder a las nuevas expectativas de los clientes, los bancos tendrán que adoptar modos más flexibles e innovadores de colaboración interna. Esto pasa por atraer y retener talento digital, para lo cual tendrán que articular espacios de trabajo más lúdicos y menos estructurados.

En este nuevo entorno los bancos tendrán que seguir reduciendo sus costos y ganando eficiencia. Las fintechs y los gigantes digitales que ofrecen productos financieros mantienen costos operativos mucho más bajos y tienen que invertir mucho menos en la adquisición de nuevos clientes o en la venta cruzada de sus productos. En ese sentido, resultará fundamental para la industria repensar sus sistemas de distribución para apuntalar los canales alternativos, simplificar su oferta, digitalizar sus operaciones de soporte y apoyarse en alianzas y servicios compartidos.