¿Jubilando la jubilación? por Ben Schneider
¿Jubilando la jubilación? por Ben Schneider
Redacción EC

Por décadas, el momento para retirarse ha sido a los 65 años. Por lo general, la legislación así lo contempla. En algunos casos se da a los 55 años, pero de seguro a partir de los 70, se tiene asimilado que los individuos deben dejar de trabajar, dar por terminadas sus carreras y gozar de su pensión. Pero en los últimos 20 años, este paradigma ha tenido un cambio dramático, según Lynda Gratton y Andrew Scott, autores del libro: “100 years life”.

La mitad de las personas que tienen hoy 60 años muy probablemente vivan mas allá de los 90 años y un alto porcentaje de los que hoy tienen 20 años vivirá mas allá de los 100 años. Junto con esto, la esperanza de retirarse a la edad de 65 años con la mitad del último salario como pensión, en la mayoría de los sistemas de este tipo en el mundo, ya no será posible. Para esto, la persona tendría que trabajar más allá de los 75 años.

Estamos acostumbrados a que nuestras vidas estén marcadas por dos etapas. La época de estudios que abarca hasta los 25 años aproximadamente y la de trabajar, que llega hasta los 65 años. Lo que sucede hoy es que esta situación está cambiando. La gente se casa más tarde, tiene hijos más tarde y lo más probable es que uno planifique más etapas en su vida. ¿Por qué no volver a la universidad a los 65 años? ¿Por qué no explorar otros rumbos, otras carreras? ¿Cómo deberían reaccionar las organizaciones empresariales ante este fenómeno? ¿Cómo pueden aprovechar esta situación?

Según Ken Dychwald, experto en el campo del envejecimiento humano, las empresas deberían “jubilar la jubilación”. Esto significa que las empresas requerirían diseñar programas para aprovechar la experiencia de ejecutivos mayores de 65 años. Programas de ‘mentoring’ con horarios flexibles, o integrarlos a equipos para solucionar situaciones complejas. Revalorizar la experiencia que tiene alguien de 65 años hoy será clave para desenvolverse en un entorno tan complejo como el actual.

Desde la óptica de los individuos, será necesario salirse del libreto. Hay que asimilar que, tras la típica edad de jubilación, habrá más de 30 años por vivir y esto implica prepararse para diversificar intereses, buscar nuevas formas de asociarse con antiguos colegas o con alguno de sus empleadores. Comprender que la evolución del conocimiento exige el estar informado e invertir en capacitarse para lograr conjugar experiencia, con nuevas tecnologías para estar al día y relacionarse así con ejecutivos más jóvenes, y con las herramientas de gestión que hoy utilizan las empresas.

El mundo académico es otro campo que puede acoger a profesionales que superen los 65 años si es que estos deciden capacitarse en el campo de la investigación científica, para conseguir esta mezcla de teoría y práctica, requerida hoy en un mundo cambiante y competitivo.

Vivir hasta los 100 años ya no es un buen deseo, es una realidad que exige a la sociedad un cambio urgente, para no quedar descolocada tanto en la estructura pensionaria, como a nivel empresarial y sobre todo a nivel personal.