¿Eres estudiante universitario? Conoce cuáles son tus principales derechos (Foto: Archivo)
¿Eres estudiante universitario? Conoce cuáles son tus principales derechos (Foto: Archivo)
Redacción EC

(Por Juan Manuel Ostoja, gerente general de la USIL y MBA de la Universidad de Chicago) La educación universitaria de un país define a su clase dirigente. La calidad de nuestras es un indicador del tipo de proyecto nacional que nos hemos propuesto como nación. El es una excelente oportunidad para unificar criterios de colaboración y fomentar que nuestra estrategia en educación superior sea una en la que el sector privado y el Estado colaboren de manera permanente y decidida. La educación universitaria es tarea de todos los stakeholders, no solo de algunos actores privilegiados por la necesaria función de control.

En tal sentido, uno de los retos en educación es el de adecuar la legislación universitaria a las necesidades de un país moderno que debe encontrar el equilibrio entre tradición y modernidad. Para nadie es un secreto que tener políticos y profesores nacidos y formados en el siglo XX puede convertirse en un problema si olvidamos que las nuevas generaciones rumbo al Bicentenario pertenecen al siglo XXI.




La brecha generacional debe ser superada, más aún si algunos de estos políticos con visión del siglo pasado insisten en defender un sistema anticuado que no recoge los retos de la cuarta revolución industrial, las necesidades del mercado laboral y los desafíos de las nuevas tecnologías. El sistema universitario peruano debe facilitar la modernidad, no quedarse anclado en el pasado poniéndole trabas al futuro.

Existe un consenso en el sector educación: tenemos que mejorar la calidad de las universidades en el Perú. De la calidad de nuestra universidad depende el futuro inmediato del país. En estos últimos años, hemos tenido importantes avances en el proceso de licenciamiento dirigido por Sunedu, que incluye un grupo de universidades ya licenciadas, así como otro grupo menor cuyas licencias han sido denegadas. Es necesario que se inicie el proceso de cierre de aquellas universidades que no cumplan las condiciones mínimas de calidad que exige la ley y esta política de Estado debe continuar hasta lograr la excelencia que con razón nos exige la población.

Ahora bien, todo es perfectible. Ocasiones como las del Bicentenario nos deben llevar a la reflexión y a la mejora de nuestro modelo educativo universitario. El Perú no debe darle la espalda a la revolución tecnológica de la educación online. La educación del futuro es una educación con un poderoso componente tecnológico. Si no participamos de esta revolución quedaremos rezagados en la región. Otros países lo harán y nosotros no podemos convertirnos en simples convidados de piedra. Mientras en el resto del mundo existe una tendencia creciente en el uso del e-learning, en el Perú la actual Ley Universitaria limita el empleo de esta herramienta tecnológica privando a nuestros jóvenes peruanos de todo un mundo de conocimiento que sí está al alcance de millones de jóvenes latinoamericanos.

Otro punto que debemos revisar es la exigencia anti técnica de que nuestros alumnos no puedan adelantar cursos y estén obligados a terminar la licenciatura universitaria en cinco años calendario. Esto -que no sucede en otros países de la región, ni en Europa, ni en los EEUU.- obliga a que los jóvenes talentosos en el Perú que ya han cumplido con los 200 créditos necesarios para graduarse no lo puedan hacer y tengan que esperar a que se cumpla el periodo legalmente impuesto de cinco años, para así recién graduarse, no pudiendo acceder a ofertas laborales o posponiendo sus estudios de posgrado. Esto definitivamente resta competitividad y desmotiva a nuestros jóvenes.

Modernizar la actual Ley Universitaria implica abrirla más a una visión realista sobre las necesidades de la economía nacional. Los universitarios en su gran mayoría se incorporarán al mercado laboral peruano. Sunedu debería incluir en su Consejo Directivo un representante del sector que genera el empleo para estos profesionales universitarios, un stakeholder fundamental para comprender qué tipo de perfil competitivo exigen las empresas de nuestro país. Todas las voces son importantes, la de la universidad, las del Estado y también la de los futuros empleadores.

A casi cinco años de la promulgación de la Ley Universitaria 30220 urge apoyar la iniciativa del Gobierno, a través del Ministerio de Educación de continuar con la reforma universitaria. Modernizar la Ley respetando su objetivo de mejorar la calidad es la ruta adecuada para formar a nuestros jóvenes rumbo al Bicentenario. ¡Manos a la obra!