El sueldo medio de los directores ejecutivos de las grande empresas de EE.UU. es de US$12.100 millones anuales. (Foto: Getty Images)
El sueldo medio de los directores ejecutivos de las grande empresas de EE.UU. es de US$12.100 millones anuales. (Foto: Getty Images)
Paul Rebolledo

La demanda por carreras afines al ha venido en aumento debido a sus mejores oportunidades laborales. En este contexto, una de las preguntas más frecuentes de alumnos que desean especializarse en el campo consiste en elegir entre un programa de Master of Business Administration () y el programa Chartered Financial Analyst (CFA). Esta elección, que tiene varias aristas por considerar, resulta de suma importancia dadas las inversiones de tiempo, dinero y esfuerzo que implican. 

Una primera arista se centra en la definición de los programas. Un MBA ofrece un conjunto de conocimientos y técnicas en distintas áreas de la administración de negocios (márketing, dirección de personas, finanzas, tecnología de la información, entre otros) que potencian la capacidad de gestión de sus egresados. Típicamente, se inician con cursos generales obligatorios y, posteriormente, los alumnos escogen materias en función de sus intereses particulares.





Por otro lado, el programa CFA ofrece un conjunto de conocimientos ordenados y especializados en administración de portafolios de inversión. La obtención de la certificación requiere haber tenido 4 años de experiencia laboral en inversiones y aprobar los exámenes en 3 niveles: el primero se centra en fundamentos de inversiones, el segundo en valorización de activos y el tercero en gestión de portafolios.

Una segunda área se basa en la inversión y esfuerzo que demanda cada uno de los programas. Un programa MBA típico a tiempo completo toma aproximadamente entre 1 año y 18 meses y tiene un costo (en EE.UU.) entre US$80 mil y US$125 mil. De otro lado, el programa CFA requiere un estudio de 300 horas por cada nivel y el costo varía entre US$2.500 y US$4.600.

Un tercer campo consiste en las oportunidades de empleo después de haber concluido los programas. En general, un MBA es sumamente apreciado por los empleadores debido a que sus egresados pueden ocupar distintas posiciones gerenciales en una empresa. De otro lado, al CFA chárter se le considera la distinción más alta en la profesión de administración de inversiones y sus acreditados ocupan posiciones de trader, gerente de inversiones, asesor financiero, analista de finanzas corporativas, experto en valorización de instrumentos financieros, estratega, entre otros. En algunos países, la regulación financiera exige tener la acreditación o aprobar por lo menos el primer nivel para ocupar estas posiciones. 

Un cuarto factor por analizar se focaliza en la experiencia de vida vinculada a la elección del programa. Un programa MBA representa una interacción muy provechosa entre personas de distintos perfiles, mientras que el programa CFA se basa en un estudio principalmente individual.

En suma, el programa CFA pone énfasis en la especialización en inversiones para un analista financiero desde sus primeros años de egresado. Por otro lado, luego de algunos años de experiencia laboral, un MBA potencia estas habilidades financieras, otorgando otras herramientas sumamente útiles (comercial, gobierno de personas, entre otros) para ocupar cargos vinculados a la dirección. Ambos programas se complementan para una formación sólida e integral en aquellas personas que buscan especialización en finanzas.