Tarifas de telefonía fija de Telefónica se reducirán en 0,71%
Tarifas de telefonía fija de Telefónica se reducirán en 0,71%

Desde setiembre del 2001 se aplica la regulación por tarifas tope, que incluye la fijación de un factor de productividad por parte de , a los servicios de fija local y larga distancia. Este indicador obliga a la empresa dominante a trasladar a los usuarios las ganancias en eficiencia obtenidas vía una reducción trimestral en las tarifas en un porcentaje equivalente al factor X. En términos más sencillos, para calcular la nueva tarifa, a la tarifa anterior se le incrementa por la inflación y se le reduce por el factor X. Así, si la inflación es 3% y el factor X es 10%, entonces las tarifas caerán nominalmente en 7%.

Para el período 2001-2004, se aprobó en julio del 2001 el primer factor de productividad de 6% anual, para las tres canastas de servicios: cargo de instalación, servicio local medido y llamadas internacionales. Ello estuvo vigente hasta el 31 de agosto del 2004. Posteriormente, para el período 2004-2007, el factor fue de 10,07% anual que incluye los conceptos tarifarios de cargo de instalación (canasta C), renta básica y llamadas locales (canasta D). En tanto, para las tarifas de llamadas de larga distancia nacional e internacional se fijó un valor de 7,8% anual (canasta E). Luego, el factor calculado fue de 6,42% para el período 2007-2010, 5,98% para 2010-2013 y 6,10% para 2013-2016. En términos acumulados, desde la aplicación de esta metodología las tarifas han bajado en aproximadamente 36%.

Para el período 2016-2019, Osiptel propone fijar un factor X de 3,4% anual. Sin embargo, como se espera una inflación muy parecida, con la finalidad de evitar fluctuaciones innecesarias de las tarifas cada trimestre, Osiptel ha decidido mantener las tarifas sin variación y hacer correcciones anuales solo si son necesarias. Así, mientras la inflación fluctúe alrededor del factor X en un rango de 1% hacia arriba o abajo, no habrá cambios de tarifas. Pero en caso de que la inflación se salga del rango, se debe corregir la desviación. Así se comparte el riesgo de inflación entre consumidores y empresa.

La pregunta es si se debe seguir aplicando esta metodología o no. Los datos sugieren que parecen estarse agotando los traslados de eficiencia desde la empresa hacia los consumidores. A lo largo de 15 años, el factor X ha ido disminuyendo desde 10% hasta 3%. Esto se debe a la competencia existente entre todos los tipos de servicios de voz (telefonía fija, móvil y por Internet). Dado lo anterior, ¿no sería conveniente evaluar la posibilidad de no aplicar más el factor de productividad y dejar las tarifas a la competencia? 

Si bien la desregulación está primando en varias regiones del mundo, es cierto también que todavía se mantiene el esquema de precios tope en varios países de nuestra región donde aún existen altos índices de concentración en telefonía fija. Sin embargo, sería bueno estudiar concienzudamente el impacto que tendría sobre los consumidores esta propuesta. Recordemos que siempre es mejor promover la competencia donde es posible que exista.