(Foto: GEC)
(Foto: GEC)

Es positivo que el gobierno haya anunciado el . Es un punto de partida sobre el cual se puede construir. Ojalá se convierta en un documento que se revise y actualice periódicamente. Por lo pronto, el gobierno revela los 52 que considera prioritarios desarrollar.

Una primera lectura de la lista de proyectos es que varios son consecuencia de los contratos de concesión vigentes (42% aproximadamente de los S/100 mil millones).


Por ejemplo, el proyecto de mayor envergadura corresponde a la línea 2 del metro. Otras iniciativas significativas son la ampliación del , de Lima, de los aeropuertos regionales y del muelle del Callao. Todos en concesiones gestionadas por el sector privado.

Es decir, se está cosechando sobre lo sembrado en años anteriores, lo cual es pragmático y rápido. Sería deseable que en los siguientes años se siga profundizando esta ruta, por ejemplo, en todo lo que corresponde a infraestructura de lo aeropuertos a nivel regional.

El plan solo menciona inversiones en los aeropuertos de Trujillo y Piura, pero casi todos los aeropuertos regionales del país están concesionados, y se puede acelerar inversiones en muchos otros como Chiclayo, región que se puede convertir en un hub regional en el norte o Iquitos.

Es decir, el plan es más tímido en el lanzamiento de nuevas concesiones. Esperemos que este tema vaya cambiando los siguientes años.

Por otro lado, mucho de los proyectos aún están en formulación. Para que se hagan realidad, se necesita asignar recursos. El presupuesto que se proponga en agosto de este año para el año 2020 debe incluir las partidas necesarias para que el plan se concrete en el menor plazo posible. Muchas de las obras que se encuentran en etapa de formulación requieren estudios caros que demoran en ejecutarse.

Y en este contexto, los sectores encargados de los proyectos deben lanzar los estudios necesarios y hacer las contrataciones requeridas para que se concreten dichas inciativas.

Finalmente, es necesario comenzar a articular proyectos y no solo hablar de una lista. Hay muchas sinergias en el tema de la infraestructura que se hacen evidentes cuando la ejecución de ciertos proyectos se desarrolla de forma sincronizada.

Por ejemplo, la ampliación de los muelles sur y norte del Callao requieren que el proyecto del antepuerto o el anillo periférico para Lima y Callao se culminen en simultáneo para maximizar su impacto. Ya existen serios problemas de acceso al puerto del Callao.

Avanzar en el frente portuario indudablemente ayuda, pero su impacto potencial se ve disminuido si es que la infraestructura vial que articula al puerto con el resto de la ciudad es deficitaria.
Se requiere que futuros planes piensen en los diferentes proyectos de forma integrada, al menos al interior de ciertos sectores, y no solo como una lista.