Abreviaturas. En un currículum vitae nunca se deben incluir abreviaturas. Para estar segura de que ninguna se te pasó por alto, una buena herramienta puede ser el corrector ortográfico. Además, no olvides releerlo al menos dos veces para corregir cualquier error que pueda tener el documento. (Foto: Shutterstock)
Abreviaturas. En un currículum vitae nunca se deben incluir abreviaturas. Para estar segura de que ninguna se te pasó por alto, una buena herramienta puede ser el corrector ortográfico. Además, no olvides releerlo al menos dos veces para corregir cualquier error que pueda tener el documento. (Foto: Shutterstock)
Oswaldo Molina

Como encargado de de la empresa en que laboras, vienes dedicando toda la tarde a entrevistar a candidatos para el puesto que se ha abierto. Una ruma de se apila sobre tu escritorio, y más allá puedes ver la interminable fila de postulantes. El último muchacho que entrevistaste te ha dejado la misma sensación que los anteriores: no es el adecuado para el puesto. Frente a esto, no puedes dejar de preguntarte si solo te pasa a ti o si le pasa al resto de empresas de tu rubro. 

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Personalmente, he escuchado más de una vez este tipo de historias, pero no podría afirmar qué tan generalizado es este problema. Para determinar si existe una brecha de habilidades en el mercado laboral peruano –que podría explicar al menos parcialmente la baja productividad de nuestras empresas–, no basta con la percepción de algunos; se requiere de un instrumento riguroso que sea representativo de las distintas empresas. Precisamente para entender esta problemática, hace unas semanas se presentó la Encuesta de Habilidades al Trabajo, un esfuerzo conjunto entre el BID y el INEI. Su muestra (3.500 empresas) es representativa a escala nacional, por tamaño de firma y sector.

El panorama que nos muestra la encuesta es alarmante. Alrededor del 47% de las empresas que cuentan con vacantes tienen dificultades para encontrar personas en el mercado con las habilidades requeridas. Esta situación difiere mucho entre sectores económicos. Así, en el sector salud este problema alcanza al 71% de empresas, mientras que en el sector comercio al 37%. Del total de vacantes difíciles de cubrir, uno puede además distinguir las ocupaciones que son más complicadas. De esta manera, 25% del total de vacantes difíciles de cubrir corresponde a profesionales técnicos, y 24%, a empleados administrativos. Y cuando se le pregunta a las empresas cuáles son las principales razones por las que no pueden cubrir dichas vacantes, responden que los principales problemas de los postulantes son su falta de experiencia (48%) y de capacidades socioemocionales (32%). Al respecto, llama la atención que estos factores sean más importantes que otros, como que los postulantes no cuentan con la formación académica requerida (23%) y que las empresas no pagan lo suficiente (17%).

La información provista es fundamental para comprender el divorcio que existe entre las instituciones encargadas de la formación del capital humano y los requerimientos específicos de los empleadores. En ese sentido, contar con un instrumento que nos pueda dar señales claras sobre la brecha de habilidades existente en el mercado laboral peruano es clave para guiar políticas específicas de capacitación e inserción en el mercado de trabajo. Sin embargo, es importante notar que se trata solo de una fotografía. Sería particularmente útil si este instrumento pudiese repetirse de manera periódica, de modo que podamos seguir la evolución y constatar avances o retrocesos. Y quizás de esta manera el siguiente que entrevistes sea el indicado para el puesto.