Ideas para la reconstrucción, por José Luis Bonifaz
Ideas para la reconstrucción, por José Luis Bonifaz

La última semana hemos visto cómo el Ejecutivo, tratando de iniciar la luego de los desastres de El Niño costero, ha propuesto y defendido en muchos foros un proyecto de ley que finalmente ha sido aprobado en el Congreso con algunas modificaciones. Lo realmente relevante es que empezará la reconstrucción para que los peruanos damnificados puedan recobrar su vida, de ser posible, con un futuro mejor.  

La ley buscaba varias cosas, pero sobre todo asegurar una reconstrucción eficiente, que no cometa los errores del pasado, por ejemplo, construir en cauces de ríos. Esta reconstrucción deberá hacerse de una forma diferente: respetando la eficiencia. Lo que ha sucedido en el Perú es que hemos hecho las cosas mal cada vez que hemos tenido tragedias. Tenemos entidades, muchas, que debieron encargarse de la reconstrucción, pero durante años lo hemos hecho mal. No nos faltan recursos, no nos faltan personas; nos falta orden, pero sobre todo nos falta cumplir la ley.

Para lograr la reconstrucción lo que busca la ley es, antes que nada, que alguien se encargue de la reconstrucción y para ello hay que designar a la persona idónea.  Ella debe conocer el sector público y el privado. Eso sería lo ideal. Alguien que pueda razonar como privado y trabajar en la maraña que significa lo público. Pero eso no es lo único. Esta persona deberá buscar a los mejores para conformar una entidad que, cumpliendo la normativa pública cumpla, de verdad, con reconstruir.

Pero necesitamos a un valiente. El proyecto de ley buscaba que quien se encargue de la reconstrucción trabajara sin el miedo de que años después lo vendrían a buscar con hallazgos que lo inculpen, casi, de por vida. Eso era la participación concurrente de la contraloría. Lo que ha quedado en la ley finalmente han sido dos controles: concurrente y posterior. Ello dentro de todo es mejor que lo que hay hoy, pues la contraloría difícilmente podrá negar algo en lo que participó. Igual no hay suficientes personas en la contraloría para apoyar todas las obras de reconstrucción de forma concurrente y probablemente haya que contratar más. 

Como sea, roguemos para que gente de valía y conocimientos venga a trabajar en la reconstrucción. Hemos tenido terremotos, huaicos, incendios e inundaciones y el Estado no ha sabido responderle a la ciudadanía.  

Hoy el Gobierno tiene una oportunidad y el país estará vigilante para exigirla. Entonces, ¿por qué no nos damos una oportunidad y nos tenemos confianza los unos a los otros, por una vez? Hagamos el esfuerzo. Ello no significa, de forma alguna, no exigirles a nuestras autoridades una reconstrucción rápida, a buenos precios y de buena calidad. Necesitamos viviendas, carreteras, canales, caminos. 

Pero más que eso necesitamos un país con confianza entre sí y donde compartamos la desgracia y su solución. Un lugar donde, ojalá, seamos más peruanos.