Si tu empleador no te depositó la gratificación de julio, presenta una carta a la empresa. (Foto: Andina)
Si tu empleador no te depositó la gratificación de julio, presenta una carta a la empresa. (Foto: Andina)
Redacción EC

Cada vez es más común que realicemos compras por medios digitales y evitemos el uso de efectivo. El desarrollo de las tecnologías de la información ha facilitado las interacciones por y las transacciones económicas por esta vía. De acuerdo con el , entre el 2014 y 2017, el número de facturas por servicios públicos pagadas por medios electrónicos a nivel mundial aumentó de 31% a 48%. Es decir que ya en el 2017, en el mundo, cerca de la mitad de por servicios públicos se pagaron sin usar efectivo.  

En América Latina, esta tendencia también existe. Entre esos mismos años, el porcentaje de facturas por servicios púbicos pagadas por medios electrónicos aumentó 13 puntos porcentuales en Chile, 21 puntos en Colombia y 9 puntos en México. En nuestro país, el uso de medios electrónicos para realizar transacciones también avanza: en el 2017, la cuarta parte de esas facturas fue pagada digitalmente.   



Tal como reporta un informe de Asbanc, el mayor uso de medios digitales trae consigo varios beneficios, como la creación de historiales de pago y la mejora de perfiles crediticios, el aumento del ahorro privado, la facilidad para obtener bienes y servicios, entre otros. Pero, además, sustituir el uso de cash por medios digitales puede generar otros grandes beneficios: la disminución de la corrupción, de la evasión tributaria y de la inseguridad. Reducir el uso de cash dificulta la corrupción y la evasión, pues usar medios electrónicos genera el registro del monto, origen y destino de las transacciones, es decir, promueve mayor información y transparencia. Por otro lado, evitar el uso de cash disminuye los robos en la vía pública. 

Por ello, se considera que la sustitución del efectivo por medios digitales para realizar transacciones es una buena práctica, y ya está ocurriendo en otros países. En Dinamarca, por ejemplo, el porcentaje de facturas pagadas en efectivo es cercano al 1%. En Nigeria e India ya se han implementado políticas para desincentivar el uso de cash, tales como la reducción de circulación de billetes de mayor denominación, la promoción del desarrollo de nuevos instrumentos financieros y medios de pago, entre otros. En estos países existe consenso en que estas medidas complementarán los esfuerzos contra la corrupción y la inseguridad.  

Es inminente que las economías migren a reducir el uso de efectivo. De hecho, ya se está empleando el término ‘cashless economy’ (economía sin efectivo) para referirse a países donde el uso de efectivo es mínimo. El tránsito hacia una economía de esta naturaleza, sin embargo, no es posible sin generar condiciones adecuadas: desarrollo de infraestructura de telecomunicaciones, desarrollo y expansión de instrumentos financieros (inclusión financiera), fortalecimiento del grado de digitalización de instituciones públicas y la mejora de las condiciones de seguridad en el entorno digital son requisitos indispensables en los que debemos trabajar para reducir el uso de efectivo en el Perú.