Salvo el crecimiento, todo es ilusión, por Waldo Mendoza
Salvo el crecimiento, todo es ilusión, por Waldo Mendoza

El gobierno de PPK pretende reducir la  de 70% de la PEA en el 2016 a 60% en el 2021, a través de políticas tributarias y de reducción de las barreras para la formalización. Su diagnóstico está equivocado. La evidencia empírica para el Perú y el mundo muestra que la vía para reducir la informalidad es el crecimiento económico, y que este proceso toma bastante tiempo. 


Hay dos razones por las que creo que las del gobierno no son herramientas eficaces para reducir la informalidad. Primero, porque en nuestra economía existen enormes brechas de productividad entre los distintos sectores. Hay algunos, como la minería o la industria, donde los altos niveles de productividad permiten a las empresas y a los trabajadores ser formales. Estas empresas pueden pagar el salario mínimo, la CTS, el seguro de salud y cumplir con el resto de obligaciones tributarias y laborales. Pero hay otros sectores, como la agricultura, la construcción y el comercio, donde los niveles de productividad no permiten a las empresas financiar las obligaciones tributarias y laborales. La productividad de nuestro sector agropecuario, por ejemplo, es una centésima parte de la productividad minera.

Dadas estas brechas de productividad, para que se reduzca la informalidad tendría que producirse o bien enormes ganancias de productividad en los sectores menos productivos, que les permitan ser formales, o bien los sectores más productivos deberían expandirse hasta desplazar a las empresas de los sectores menos productivos. La historia muestra muchos ejemplos del segundo caso y ninguno del primero.

Segundo, porque hay trabajos académicos de frontera, entre los que destacan los de La Porta y Shleifer (2008, 2014), que han descartado las vías utilizadas por este gobierno para reducir la informalidad. Estos autores encuentran, con la mejor base de datos disponible a la fecha (con información para 68 países, incluido el Perú, para el período 1990-2012), una fuerte relación negativa y significativa entre la informalidad y la tasa de crecimiento del PBI per cápita. Es decir, la ruta para reducir la informalidad es el crecimiento económico.

El caso peruano calza con este hallazgo. Entre el 2007 y 2016, sin ninguna política contra la informalidad, esta se redujo en 10 puntos porcentuales porque la economía creció a 5,5% anual. Incluso el caso de Turquía, que el MEF cita como ejemplo de que sus políticas pueden funcionar, es similar al caso peruano. En Turquía, entre el 2000 y el 2013, la informalidad se redujo en 15 puntos porcentuales y, según el MEF, como “consecuencia de una reforma tributaria orientada a disminuir la complejidad y las distorsiones del sistema impositivo, así como de reducciones en la carga de las contribuciones sociales de sus trabajadores”. El pequeño detalle, sin embargo, es que en dicho período la economía de Turquía creció a un ritmo de 5,2% anual.

En consecuencia, como en los siguientes años el ritmo de crecimiento del PBI será menor que en los cinco años anteriores, debe esperarse una reducción también menor de la informalidad. Lamentablemente, en la lucha contra la informalidad, salvo el crecimiento económico, todo es ilusión.