Socios: El impulso que necesitan las cajas municipales
Socios: El impulso que necesitan las cajas municipales
Redacción EC

Desde hace algunos años se está esperando una aceleración en el proceso de consolidación del . Hasta el momento, relativamente poco ha sucedido, si dejamos de lado algunas operaciones importantes como la adquisición e integración de Edpyme Crear, Caja Nor Perú y Caja Sur, y Financiera Confianza por parte de la Fundación BBVA, nos damos cuenta de que el sistema microfinanciero peruano sigue fragmentado.

Si se analizan las tendencias de los principales indicadores del sistema, uno encuentra que los índices de morosidad han tenido una tendencia al alza, atribuible a una serie de factores como la mayor competencia y el sobreendeudamiento de una cantidad cada vez mayor de clientes. 

La mayor competencia también se ve reflejada en una disminución de las tasas activas cobradas a los clientes (sin necesariamente una reducción de tasas pasivas para contrarrestar el efecto).

Esto, en general, ha llevado a menores rentabilidades patrimoniales de las instituciones microfinancieras en comparación con hace algunos años y que hace a algunos jugadores no sostenibles. 

Durante estos años, muchas instituciones han financiado sus crecimientos con pasivos, reduciendo sus ratios de capital a niveles cercanos o por debajo de los recomendados por la

Otro factor importante es la composición de cartera de muchas entidades microfinancieras, altamente concentradas en pocos sectores y regiones geográficas, exponiéndolos desproporcionalmente al riesgo crediticio. 

Finalmente, el negocio financiero es escalable, es decir, los gastos de operación se diluyen a medida que la institución adquiere mayor tamaño, lo que le permitirá ser más eficiente y, por ende, rentable.

Como ha ocurrido en otros mercados, las limitaciones de capital para el crecimiento, la situación competitiva y la búsqueda de eficiencias deberían llevar a un desencadenamiento de transacciones para reducir el mercado a un número de jugadores significativamente menor.

En España, por ejemplo, solo entre el 2009 y el 2013 se redujo el número de cajas de ahorro y crédito de 45 a 11, trayendo consigo mejoras importantes de eficiencia, en la diversificación de carteras y, por tanto, en perfil de riesgo, así como mayor facilidad en el acceso a capital para fortalecer los balances. 

El sector microfinanciero en el Perú aún está compuesto por más de 30 entidades microfinancieras no bancarias y algunos expertos opinan que debería tener solo alrededor de 10.

Con el país en una etapa de desaceleración, un fenómeno de El Niño fuerte ad portas que expondrá sectores vulnerables atendidos en gran medida por instituciones microfinancieras, y una competencia cada vez más tenaz con los bancos por los clientes, es posible que la consolidación caiga por su propio peso. Sin embargo, esto significaría un costo importante para el sistema financiero. 

En este contexto, hay oportunidades para las entidades del sistema que deciden actuar proactivamente. Una movida ágil y audaz puede significar construir una proposición de valor diferencial en el mercado, adquirir e integrar instituciones que mejor complementen el portafolio y permitan, por ende, la realización de sinergias mayores. 

Surgirán jugadores regionales o incluso nacionales fuertes, con mayores facilidades de acceso a capital y, por ende, una posición competitiva mejor.  Todas las entidades deberían analizar sus opciones estratégicas para decidir cómo actuar frente a lo que se nos viene.