Suárez en la mira: FIFA espera informe para evaluar sanción
Suárez en la mira: FIFA espera informe para evaluar sanción
Redacción EC

Por SIMON KUPER
Columnista de deportes del Financial Times

Cada Copa del Mundo necesita un villano, y de Uruguay debe haber sido el favorito de los corredores de apuestas antes del torneo para llenar ese papel. Ahora ha accedido a cumplirlo, por segunda vez en una Copa del Mundo. En el 2010 lo hizo por salvar un disparo de Ghana de última hora con las manos. Fue expulsado, pero Ghana falló el penal posterior y Uruguay pasó a la semifinal.

El martes proporcionó posiblemente el primer momento icónico de este Mundial. El comité disciplinario de la todavía tiene que dar su veredicto, pero la gran mayoría de la opinión global – no uruguaya – parece creer que sí fue una mordida.

ESCÁNDALOS PREVIOS

Suárez, para usar una frase favorita de la policía británica, “tiene precedentes”. En el 2010, jugando para el Ajax de Amsterdam, mordió a Otman Bakkal del PSV Eindhoven en el cuello. En el 2013, jugando para el Liverpool, su víctima fue Branislav Ivanovic del Chelsea.

Así que cuando bajó la cabeza sobre el hombro de Chiellini por un segundo o dos, y el defensa italiano surgió mostrando lo que parecían ser marcas de mordidas, muchos de nosotros saltamos a conclusiones. De hecho, Thomas Fawcett, psicólogo deportivo de la Universidad de Salford, había predicho a la BBC el año pasado que Suárez lo haría de nuevo.

La respuesta mundial a la mordida ha sido una mezcla de horror y risa. Horror, porque morder es un tabú, en parte debido a sus asociaciones con el canibalismo y en parte debido al riesgo de infección. (El médico del PSV le dio a Bakkal una inyección de antibióticos). A los bebés se les enseña durante la lactancia a no morder, aunque muchos padres luego pasamos muchas horas recordándoles a nuestros niños que no deben morder. (El propio Suárez, un padre cariñoso de dos niños pequeños, puede muy bien tener que hacer esto también).

Como el psicólogo Jeroen Stouten de la Universidad de Lovaina en Bélica dijo en declaraciones al diario belga “De Morgen”, hay una gama de respuestas agresivas que son más o menos aceptadas en el fútbol: patear, dar codazos, e incluso un choque de cabezas como el que Pepe de Portugal infligió a Thomas Müller de Alemania la semana pasada. Pepe recibió una tarjeta roja, y pudo haber hecho más daño a Müller que Suárez a Chiellini, pero su acto no fue recibido con repulsión equivalente.

Sin embargo, hubo risas acerca de Suárez también, precisamente porque el morder es una respuesta tan peculiar. Vi un programa de televisión brasileño tarde en la noche en el que los invitados se dedicaron a bromear sobre la mordida, y el Internet está lleno de ingenio también, incluyendo tácticas corporativas. El fabricante de chicles Trident tuiteó: “Mastique Trident, no jugadores de fútbol”.

LA MALA DEFENSA URUGUAYA

Mientras los psicólogos del mundo hicieron cola para explicar el comportamiento de Suárez, Corinne Reid de la Universidad de Murdoch en Australia, dijo a Reuters: “Sería importante comprobar si él piensa que su conducta está justificada o es aceptable. Si es así, y si este punto de vista está respaldado, activamente o pasivamente, por sus compañeros de equipo y entrenadores, entonces es poco probable que él cambie”.

Efectivamente, el más famoso uruguayo por lo general puede encontrar la validación de sus acciones entre sus compatriotas. Después de su mano en el 2010, el gran escritor de literatura y fútbol uruguayo, , dijo que Suárez se había sacrificado por su país. Después de que Suárez fue acusado por discriminar racialmente a Patrice Evra del Manchester United en el 2011, incluso el presidente de Uruguay, .

En esta ocasión el capitán de Uruguay Diego Lugano acusó a Chiellini de ser “llorón”, y agregó: “Como hombre me decepcionó totalmente”. El entrenador del equipo, Óscar Tabárez, cuando los periodistas le preguntaron acerca de la mordida, respondió: “Quiero decir que si Suárez es atacado, como ya lo ha sido en esta conferencia de prensa, lo vamos a defender”.

La mayoría de los medios uruguayos también se pusieron del lado de Suárez. El diario “El Observador” escribió que la supuesta marca de la mordedura que lleva Chiellini, “puede ser un lunar en su espalda”. El sitio web del canal de televisión Tenfield culpó a una conspiración inglesa de crear el escándalo, diciendo:

“En la repetición de televisión parece que la cara de Luisito [Suárez] entra en contacto con Chiellini sin que sea claro si lo muerde como fue reclamado por aquellos – especialmente los ingleses – quienes estaban dispuestos a restarle importancia a la victoria de Uruguay”.

Tenfield señaló que muchas de las preguntas a Tabárez sobre la mordida eran de periodistas británicos, y aprovechó la oportunidad para decir que el disparo de Geoff Hurst de Inglaterra en la final del Mundial de 1966 no había cruzado la línea de la portería de Alemania Occidental.

No se trata simplemente de que algunos uruguayos luchen con la idea de que su amado Luisito – brillante futbolista y hombre de familia – a veces peque. También es que algunos uruguayos confunden sus transgresiones con su muy admirada competitividad. Este país de 3,5 millones de personas está abarrotado entre Argentina (41 millones) y Brasil (200 millones). Ningún otro país de su tamaño ha conseguido la mitad de lo que este ha logrado en el fútbol.

Para ganar, los uruguayos siempre han necesitado un espíritu de lucha – o como ellos lo llaman, la ‘garra charrúa’, un dicho relacionado con las tribus charrúas que una vez habitaron el territorio de Uruguay y lucharon contra los ocupantes extranjeros. Suárez encarna la garra charrúa. Eso hace que sea más difícil para los uruguayos condenarle, haciendo aún más difícil que él cambie.

Tristemente para Uruguay, su mordedura no ayudó al país. El equipo debe enfrentar a Colombia en Río de Janeiro en la segunda ronda el sábado. Si se le prohíbe a Suárez jugar por varios partidos, como parece probable, el Mundial de Uruguay podría esfumarse tan rápido como lo hizo después de su suspensión en el 2010.