La Fed podría reducir su tasa de interés en medio punto porcentual.
La Fed podría reducir su tasa de interés en medio punto porcentual.

Luego de la del 2008, EE.UU. se embarcó en un agresivo programa de estímulo monetario nunca antes visto. Con la intención de reactivar la economía, la Reserva Federal () bajó la tasa de interés de 5,25% a 0% y la mantuvo en ese nivel por más de 7 años. No siendo suficiente, inició un programa de compra de activos financieros por US$3,6 trillones, con la intención de inyectar más liquidez a la economía.

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El impacto de estas medidas fue que el PBI creció en promedio 1,8% al año (incluyendo la contracción de 2,5% del 2009), la bolsa de valores (S&P500) rindió 14,47% por año, el desempleo pasó de 9,61% al cierre del 2010 a 3,6% en mayo de este año, y la inflación osciló entre -0,1% (2009) a 3,17% (2011) encontrándose en 1,8% a mayo del 2019.

Ante el riesgo de un sobrecalentamiento de la economía y de la generación de una burbuja de activos financieros, cuando la economía ya había agarrado cierto momentum, en el año 2016 la FED empezó a retirar los estímulos: primero dejando de comprar activos financieros y luego subiendo su tasa de interés. Este retiro de los estímulos no golpeó ni a la economía ni al mercado, sino todo lo contrario: por un lado, la economía siguió creciendo y, por otro, los mercados siguieron subiendo, pues la expectativa es que este crecimiento económico generaría mayores retornos en el futuro.

Actualmente, si bien la economía de EE.UU. se encuentra robusta con un nivel muy bajo de desempleo, se están viendo algunos signos de desaceleración. Ante ello, la FED hizo una pausa por 6 meses en su política monetaria, luego de su tendencia alcista de 3 años, dejando entrever que podría inclusive cambiar su tendencia si la desaceleración del crecimiento mundial, causada por la guerra comercial, continúa impactando el crecimiento y empleo localmente.

Por otro lado, Mario Draghi (presidente del Banco Central Europeo), en su discurso de despedida, anunció otra ronda de impulso monetario de manera agresiva (recompra de valores, menores tasas, etc.) que completaría antes de retirarse en octubre. Ello pondría una mayor presión a la FED para actuar en el mismo sentido. Asimismo, la reciente nominación de Christine Lagarde para el Banco Central Europeo hace pensar que esta entidad podría continuar con su expansión monetaria.

Además, , en su intento por que la economía no pierda el momentum que necesita para jugar favorablemente el ciclo electoral, está intentando influir en la dirección de política monetaria de la FED hacia una más laxa.

Una política monetaria más laxa generaría los dos impactos que estaría buscando: un impulso económico y una depreciación del dólar, que podría compensar en algo los efectos negativos que están teniendo las restricciones comerciales impuestas con China. Tal parece ser que nos encontramos otra vez en un ciclo de tasas de interés bajas.