Aeropuerto Jorge Chávez podría quedar rezagado en Sudamérica
Aeropuerto Jorge Chávez podría quedar rezagado en Sudamérica
Paola Villar S.

A raíz del incidente en un vuelo de , donde un pasajero fue forzado a dejar su asiento por un caso de sobreventa, se puso en discusión si esta modalidad comercial era legal y bajo qué parámetros podía darse; sobre todo, si ocasionaba problemas como los vistos esta semana.

En nuestro país, la práctica de la sobreventa o "overbooking", que consiste en vender más pasajes de los que te permite la capacidad de un vuelo, está regulada y permitida por la Ley Aeronáutica Civil (N° 27261), y a nivel internacional, es una modalidad muy acogida. 

De acuerdo a Carlos Gutiérrez, gerente general de la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI), no todas las aerolíneas del Perú lo hacen, pero sí tienen la posibilidad de acceder a esta opción.

¿Por qué las aerolíneas sobrevenden pasajes? Gutiérrez explica que esto se permite en aquellos casos donde se presenta entre un 2% o 5% de pasajeros "no show", nombre que se le da a los que no se presentan a un vuelo.

“La no utilización de los asientos es un análisis complejo que hace el sistema de una aerolínea. En los últimos cinco años sabes que tienes un factor de un 2% de pasajeros ‘no show’ en ciertos vuelos y por eso es que se aplica una sobreventa, para cubrir esos asientos que dejan de utilizarse”, menciona Gutiérrez.

En ese sentido, Fernando Hurtado de Mendoza, especialista en derecho aeronáutico del estudio Rodrigo, Elías & Medrano, añade que la sobreventa es un incumplimiento contractual y, en esa línea excepcional, se permite porque las ventas pueden darse a través de diversos canales que no necesariamente son los de las aerolíneas.

"También es un beneficio para las empresas, porque si un pasajero no puede asistir al vuelo, tiene la posibilidad de utilizar las plazas no ocupadas", indica el experto.

Pero la estadística puede fallar. ¿Y qué ocurre, entonces, cuando todos los pasajeros se presentan? En esos casos, es trabajo de la aerolínea buscar voluntarios, entendiéndose que estas personas deben llegar a un acuerdo mutuo con la empresa.

Hurtado de Mendoza resalta que lo adecuado -y lo que suelen hacer en general las aerolíneas- es resolver estos problemas antes del embarque; no como ocurrió en el caso de United. 

Se les ofrece, con frecuencia, una cantidad de dinero para que no ocupen la plaza designada. Los expertos consultados por este Diario coinciden en que es trabajo de las aerolíneas cubrir a aquellos pasajeros para que se vean afectados por esta práctica y, en esa línea, se le debe otorgar a los mismos las garantías del caso.

“Se le da [al pasajero] la opción de elegir que la aerolínea te coloque en el vuelo siguiente, sea de ellos o en una aerolínea alternativa, y se te deben compensar todo los gastos incurridos. Pero además de esto, queda expedito el derecho de que los pasajeros exijan el pago de daños y servicios. Este es el campo de la regulación aeronáutica y además tienes el rol de Indecopi, que ve directamente lo que tiene que ver con el con los consumidores”, precisa Hurtado de Mendoza.

El especialista puntualiza, además, que nuestras normas no se ponen nunca en el supuesto de desembarque en estos casos; sólo podría ocurrir esto cuando un pasajero transgrede las normas internas, pone en perjuicio el bienestar de los demás o no presta atención a las normas internas.

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