JUAN CARLOS CUADROS GUEDES

Si bien las habilidades financieras se aprenden, los valores y las actitudes frente al dinero forman parte de un legado familiar o son innatos e instintivos, o quizá son una mezcla de ambos. Lo importante es cómo alcanzar el éxito y ser feliz, afirma Elaine King, experta en planificación financiera y reconocida administradora de fortunas en los Estados Unidos.

Planificar la economía en casa no es una tarea difícil; solo requiere deseo, conocimiento y determinación. Elaine King es joven y emprendedora, y llegará en los próximos días a Lima con la intención de inspirar en las familias peruanas mejores hábitos de ahorro que les permitan organizar y administrar mejor su dinero.

¿Por qué planificar nuestros gastos? El tiempo pasa y jamás hacemos un alto para pensar en el futuro. Y así como el tiempo pasa, nuestro dinero igual.

Si no planificamos nuestros gastos a diario, al final nos preguntaremos qué pasó con el dinero, adónde fue a parar y será imposible volver en el tiempo para recuperarlo.

Los consumidores buscan una satisfacción inmediata. Por eso gastan… Y a veces más de la cuenta. Ese es el mayor problema. No saber aguantar la respiración para pensar y decidir una compra. ¿Puedo vivir sin esa laptop? ¿Puedo dejar de comprar eso nuevo? Un estudio hecho en Estados Unidos reveló que la gente deja de lado un seguro de vida para comprar ropa o un televisor plasma. No piensan en los hijos y menos en ellos mismos.

No cultivan hábitos financieros. Es lamentable. Hoy la gente habla más de sexo que de la necesidad de ahorrar. Los hábitos financieros deben inculcarse a los niños en casa y desde muy pequeños. Como el hábito de lavarse los dientes. Mi mamá siempre me decía: Al despertarte debes lavarte los dientes. Y es una práctica que hoy realizo voluntariamente. Lo mismo debe ser con el ahorro y la necesidad de planificar.

La gente necesita desarrollar una filosofía de vida y no solo pensar en un orden cuando hay dificultades. La planificación financiera es un proceso integral a largo plazo que involucra la administración juiciosa del dinero. Como cualquier empresa debemos sentarnos una vez al año y elaborar una estrategia a seis y doce meses: cómo vamos a alcanzar nuestros objetivos, cómo vamos a llegar a ellos. Ese es el secreto, las finanzas personales deben llevarse de la misma forma: ¿cómo voy a pagar la educación de los hijos?, ¿cómo voy a ahorrar y en cuánto tiempo? ¿Necesito un seguro? ¿Tengo para pagar la deudas?

¿Qué opina de aquellos que se hacen de dos o tres tarjetas de crédito y luego no saben cómo hacer para pagarlas? Las tarjetas de crédito son un instrumento para pagar en caja cuando uno no carga efectivo y tiene esa plata depositada en el banco. No es ni debe ser un instrumento para comprar lo que no se puede pagar. Es un peligro pensar así. Es vivir artificialmente. Si gastas con tu tarjeta de crédito y pagas solo el mínimo, te demorarás años en pagar tus deudas. Te vuelves esclavo de la tarjeta. Y es una tontería, pues si compras un iPod ahora y lo pagas con tarjeta, cuando termines de cancelar las cuotas habrá un equipo nuevo y no podrás tenerlo.

¿Cuántas tarjetas es recomendable tener?, ¿dos, tres? Solo dos, nada más. Una de débito para pagar los gastos inmediatos y una de crédito para ciertas ocasiones muy especiales que puedan atenderse a tiempo. Lucir varias en una billetera es aparentar y hacerse de problemas.

¿Y cómo debe ser la planificación en casa? ¿Los dos deben aportar lo mismo? ¿Un fondo común? Es difícil, pero no imposible. Un buen comportamiento se logra con hábitos. El problema se presenta cuando en la pareja uno es gastador y el otro ahorra. Dicen que los opuestos se atraen no solo en lo físico sino también en personalidades financieras. Yo recomiendo a las parejas sentarse y hacer un presupuesto: los gastos de luz, agua, cable, los niños, etc. Y aportar cada uno en proporción del sueldo. Si uno gana más que el otro, debe ser proporcional. Pero eso sí, lo que le sobre a cada uno, el manejo debe ser individual. Si uno lo quiere gastar, que lo haga. Si lo quiere ahorrar, es su decisión. Lo mejor es conversar.

¿Debemos invertir en seguros? Hablo de seguros de vida, de salud, contra todo riesgo. Siempre que pensemos en los demás, sí. A veces no pensamos en que algo nos puede pasar y dejamos pasar buenas oportunidades de contratar un seguro. Lo mejor es ahorrar para contratar uno. Los chinos lo han logrado con disciplina. Pueden tener necesidades, pero todos ahorran para atender sus enfermedades en el futuro.

¿Nació en el Perú? Sí. Eso me ayudó a ser como soy. A ver la vida de otra manera: con mucha responsabilidad en el gasto.