¿Gano o pierdo? Tres documentos clave para controlar tu empresa
Marcela Saavedra P.

¿Gasto más de que lo que vendo? ¿Mi genera ganancias? Estas son algunas de las dudas que surgen en la mente de los emprendedores al iniciar su . Para resolverlas, hay tres instrumentos fundamentales que se deben aplicar para saber si el plan de negocio calza con el presupuesto, apunta Renzo León-Velarde, gerente general de Aprenda, institución del Grupo ACP que tiene como meta capacitar a un millón de peruanos este año.

FLUJO DE CAJA
Este documento grafica el orden de entrada y de salida de dinero y te ayudará a conocer si al final de cada mes tienes dinero y si es el suficiente. “Es un documento que debe estar siempre actualizado”, anota el ejecutivo. Además, servirá para que los bancos conozcan tu capacidad de pago en caso desees solicitar financiamiento.

ESTADO DE PÉRDIDAS Y GANANCIAS
Elaborar este documento de gestión que te ayudará a conocer cuánto vende una empresa y cuánto le cuesta vender. Así, se podrá determinar si hay ganancias o pérdidas. “Si yo vendo S/100.000 y para lograrlo gasté S/40.000, quiere decir que me quedan S/60.000 (utilidad bruta). Pero digamos que mi planilla y gastos generales suman S/80.000. Algo estoy haciendo mal porque [hay un déficit de S/20.000]” explica León Velarde. Mediante su uso, se pueden ajustar aspectos relativos a la administración, gastos de ventas o distribución del negocio a fin de obtener mejores réditos del negocio.

BALANCE 
El balance es un gran mapa de la empresa que precisa cuánto vale tu organización, así como qué es lo que tienes y a quién le debes, acota el directivo. “Se identifican dos secciones: una es el activo (lo que tengo) y el pasivo (lo que debo). Además está el patrimonio”, indica.

En cuanto al activo, la sección estará dividido en aquello que es convertible en dinero en corto plazo, como la mercadería (activo corriente) y aquello que no es convertible a caja en el corto plazo, como la maquinaria o el local (activo no corriente). 

Mientras, el pasivo estará segmentado en aquellas obligaciones a pagar en corto plazo, como los impuestos, (pasivo corriente) y las obligaciones a pagar a plazos más largos, como las hipotecas (pasivo no corriente).

“Si mi activo corriente cubre mi pasivo quiere decir que tengo una empresa solvente. Si mi activo no corriente cubre mis deudas, tengo una empresa en equilibrio. Pero si mis activos no alcanzan a cubrir mi pasivo puede pasar que esté afrontando una gran inversión o que la empresa no funciona y algo debo ajustar”, explica León-Velarde.

Tanto esta herramienta como el de pérdidas y ganancias son documentos que instituciones como la Sunat solicitarán para la supervisión de la empresa. “Son herramientas fundamentales y no hay que tenerles miedo. No hay grandes fórmulas, solo sumas y restas [...] Al final, todo emprendedor las hace”, agrega.

En la actualidad, es una exigencia que las empresas formales tengan un contador. Pero más allá de su aporte en la elaboración de estos reportes, los emprendedores deben aprovechar y sentarse con ellos para que se les explique los estados financieros de la empresa a fin de maximizar las operaciones. “La idea es que los emprendedores puedan leer e interpretar estos documentos y hasta cuestionarlos”, puntualizó el experto.

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