Reno, de ciudad casino a centro global de fuga de capitales
Reno, de ciudad casino a centro global de fuga de capitales

(Bllomberg).-  La "pequeña ciudad más grande del mundo", según se autodenomina Reno (Nevada), es un lugar original para crear un centro global de fuga de capitales o un paraíso fiscal.

Si se quisiera rodar una película sobre Las Vegas en 1971, se tendría que rodar en Reno, con sus hoteles y casinos abiertos 24 horas y su arsenal de armas de fuego. Las luces de neón de color rosa de los casinos aún lucen, aunque estén prácticamente vacíos, dado que los viajeros ya prefieren ir a Las Vegas, meca de los casinos en la actualidad, que está a poco más de una hora de vuelo.

Las oficinas de Rothschild Trust North America no son fáciles de encontrar. Están en el 12º piso del edificio en el que se hallaba la vieja sede de Porsche en EE UU, a pocas cuadras de los casinos (como curiosidad, la oficina del fiscal está en el sexto piso del mismo bloque). En la entrada del edificio, sin embargo, no hay ningún distintivo de Rothschild: los clientes tienen que ir dos plantas más abajo, en las oficinas de McDonald Carano Wilson, un bufete de abogados con muchos contactos en la política. Varios exfuncionarios de alto rango de Nevada, el dueño de uno de los casinos más grandes de la ciudad y varios lobistas trabajan allí. Uno de ellos, Robert Armstrong, es directivo de Rothschild Trust North America y uno de los mejores trusts del Estado.

Esta fiduciaria se fundó en 2013 para atender a las familias de extranjeros, particularmente a las que tienen parientes en EE.UU., según informa Rothschild. "No ofrecemos servicios legales a los clientes a menos que estemos absolutamente seguros de que sus asuntos fiscales están en orden, y tanto los clientes como abogados tributarios independientes tienen que confirmarnos esta condición", asegura Rees.

Scott Cripps, un abogado experto en cuestiones fiscales que presta sus servicios a Bank of the West, la quinta entidad financiera más importante de California, filial del gigante francés BNP Paribas, es también director gerente de una empresa fiduciaria en Nevada y explica que mover el dinero desde los paraísos fiscales a Nevada es parte del nuevo negocio de Rothschild. "Una gran cantidad de personas está dispuesta a hacer lo mismo", sostiene.

Para clientes ricos extranjeros "la privacidad es muy importante, sobre todo para los que vienen de países donde la corrupción es un problema de primer orden". Una familia turca adinerada utiliza la sociedad fiduciaria de Rothschild para mover fondos de las Islas Bahamas a EE.UU., añade Cripps. Otros clientes, una familia de origen asiático, ha transferido fondos desde las Bermudas a Nevada. Los clientes, explica Cripps, suelen ser familias de países extranjeros que tienen a sus hijos viviendo en Norteamérica.

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