(Foto: Smart House Perú)
(Foto: Smart House Perú)
Redacción EC

Cuando la era aún incipiente, muchas voces se alzaron para anunciar el fin de la tradicional, ya que la nos permitiría trabajar desde cualquier lugar. Sin embargo, hoy que vivimos en la era tecnológica y las comunicaciones son globales e instantáneas, seguimos yendo a la oficina a diario.

La explicación, según Óscar Barrena, gerente general de Smart House Perú, es que “la tecnología no ha matado a la oficina, sino que la ha transformado. Hoy las oficinas deben adaptarse a las nuevas tecnologías y a la nueva forma de trabajar: sin jerarquías, en equipo y estableciendo relaciones globales. Por ello se han creado las ‘Smart Office’, las cuales gozan de amplitud, confort, tecnología de punta y permite agilizar las relaciones laborales”, señala.

En nuestro país, las oficinas inteligentes crecieron el año pasado un 30%. En los distritos de Surco, San Isidro y Magdalena, 120 oficinas incluyen por lo menos un ambiente inteligente. En este último distrito, además, hay más de 200 proyectos pre venta preparados para convertirse en Smart Office.

“Así, en el marco de la IV edición de la Feria Expo Oficinas, que se celebrará del 3 al 5 de mayo, esperamos llegar al 50% de crecimiento. Es una ventana ideal para que crezcan las transacciones inmobiliarias”, explica.

A continuación, te presentamos algunos beneficios que presentan las Smart Office:

Tecnología de punta

Las Smart Office manejan las principales herramientas desde los smarphones: apps para regular la iluminación, temperatura y oxígeno y pizarras interactivas en cada espacio. Cada espacio cuenta con una excelente conexión: enchufes en el piso, las paredes y sofá.

Este año, se ha lanzado la opción de “controladores de voz”. Es decir que solo con decir “Hora de Trabajar” el espacio Smart se autorregula: se enciende la música ambiental, el aire acondicionado, las luces, el espejo decorativo se convierte en una potente pantalla y las lunas se empañan para dar mayor privacidad. 

►Ambiente colaborativo

Atrás quedaron los laberintos de cubículos, fríos y distantes. La tendencia de las Smart Office es que el 60% de los espacios sean áreas comunes, un 30% para áreas individuales y el 10% restante para las salas de reuniones. Así, las oficinas inteligentes poseen espacios amplios, sin divisiones; mobiliario cómodo y la posibilidad de cambiar de sitio cada vez que el trabajador lo desee.

Es más, Barrena señala que los directorios o la sala de reuniones son los primeros espacios que se convierten en inteligentes debido a su importancia para tomar decisiones.

►Espacios recreativos

La oficina digital tiene su prioridad puesta en los trabajadores, por ello cuenta con espacios comunes en los que ellos puedan relajarse, como salas con mesas de juegos, sofás para hacer una pequeña siesta o lugares aislados de ruidos y molestias. Asimismo, cada espacio debe contar con la tecnología necesaria para no perder ninguna comunicación importante: tablets, pizarras interactivas, laptops, etc.

Energía eficiente

Las oficinas del futuro pueden y deben controlar la energía de manera sustentable. En los Smart Office los trabajadores pueden controlar la iluminación, temperatura y hasta el oxígeno a través de una aplicación en sus smartphones. También tienen un sistema de ahorro de energía y apagado automático.

Diseño inteligente e innovador

El diseño, la disposición y tipo de mobiliario, el color y los tamaños repercuten en la salud mental del trabajador. Por ello, los Smart Office cuentan con sillas ergonómicas, regulables para la comodidad de la persona, material confortable y los colores tienen como base el blanco. El mobiliario debe ser de forma geométrica y dinámica.

“Hay que tomar en cuenta que brindar con tecnología de punta ayuda a las empresas a estar en la vanguardia, les da mayor seguridad y confort a los trabajadores y se fomenta la comunicación constante, es decir, los pilares básicos para mejorar la productividad de las personas y, por ende, de la empresa”, finaliza Barrena.

OTROS DATOS

La inversión mínima para crear una Smart Office bordea los US$2.000.

El espacio promedio que una empresa peruana convierte en inteligente es de 10 metros cuadrados.

Asimismo, en el Perú, 1,5 de cada 10 oficinas son inteligentes.

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