Los seguros de vida son la mejor forma de que duermas tranquilo sabiendo que tu familia está protegida en caso de que fallezcas de un momento a otro. Aunque muchos creen que es un privilegio que se reserva para los más acaudalados, la realidad es que las aseguradoras del mercado ofrecen una serie de alternativas económicas que hay que aprender a diferenciar.
Según Mario Ventura, gerente general de Seguros Sura, dependiendo del periodo de cobertura, existen dos tipos de seguros de vida: los seguros temporales, que cubren o protegen durante un periodo definido y en los que la póliza tiene una fecha donde ya pierde su vigencia, y los que son de vida entera o universales, que no tienen una fecha de vencimiento, afirmó el ejecutivo en diálogo elcomercio.pe.
Asimismo, dependiendo de qué cubra los seguros, hay algunos de protección pura, en los que la prima solamente cubre el riesgo de muerte, y otros en los que hay un componente de ahorro a largo plazo, de modo que los pagos se pueden rescatar después de un periodo de tiempo determinado.
A TENER EN CUENTA Ventura explicó que hay tres condiciones que determinan qué seguro nos acomoda más. En primer lugar, figura el monto asegurado, es decir, el monto que recibirían los beneficiarios en caso de fallecimiento del asegurado. En segundo, está el interés asegurable, es decir, el daño financiero que generaría que se concrete en riesgo, en este caso, la muerte. En tercero, el monto que se va a pagar por la prima.
En este sentido, explicó que los seguros que ofrecen montos de cobertura más grandes requieren de mayores pagos porque las propias empresas aseguradoras buscan, del mismo modo, asegurarse con otras compañías en el exterior, precisamente porque los montos a pagar son muy elevados.
Tiene que ver con el hecho de que las compañías de seguros también nos reaseguramos, vale decir que distribuimos el riesgo con compañías más grandes internacionales. Entonces, en la medida en que las coberturas locales son más grandes eso nos lleva a reasegurar el riesgo. Cuando son más pequeñas no tenemos necesidad de tomar estos seguros y eso nos permite ser más competitivos en términos de las primas que ofrecemos, indicó.
EL MONTO Y EL PRECIO El precio puede resultar muy variado y depende en gran medida de las necesidades del usuario. Sin embargo, como indica Ventura, existen modalidades como la del descuento a través de la planilla, que permiten cobrar una menor prima y ofrecen la ventaja de evitar los trámites, ya que el descuento se hace directamente.
En los seguros más baratos, que son los que se descuentan por planilla, tienen primas desde US$9 al mes y tienen coberturas de entre catorce y quince sueldos mensuales, que son bastante buenas, afirmó.
El típico seguro que compra una pareja de gente joven recién casada que anda entre los US$800 y US$1.000 (al año) y busca cobertura desde los US$30.000 hasta los US$100.000 en caso de muerte. Y en el sector alto encontramos seguros con primas mucho mayores de entre US$4.000 y US $5.000 al año, agregó.
Por último, existe la modalidad de prima única, que consiste en efectuar el pago de la prima en una sola cuota con algún ingreso extraordinario como podría ser el pago de bonos o utilidades, pero que te dan una protección o un fondo de asegurado de aquí a veinte o treinta años. Entonces también se ven esos casos aunque lógicamente son más eventuales, indicó.
TIEMPOS DE ASEGURAR El ejecutivo indicó que hay periodos en la vida en que la gente tiende a demandar más los seguros de vida.
Hay momentos en la vida en los que uno necesita un seguro. Por ejemplo, si uno es una persona que ya estudió y tiene padres dependientes y tiene miedo de que si esa persona fallece los padres queden desamparados, puede contratar un seguro de vida, de tal manera que los padres no queden desamparados, explicó.
En otros casos, personas que recién se casan compran seguros con componente de ahorro para ir generando un ahorro a largo plazo que les permita más adelante comprar una vivienda, pagar estudios de pos grado, pagar estudios de los hijos, agregó.