Las exportaciones a los Estados Unidos sumaron más de US$4.823 millones entre enero y agosto del 2013, lo cual representa un incremento de 21,5%. Este crecimiento fue impulsado por mayores envíos de minerales y productos derivados de petróleo, sin embargo, preocupa la caída de 1,4% de los productos con valor agregado, informó la Asociación de Exportadores (ÁDEX).
Los productos del sector tradicional, que representan el 66,4% de los envíos totales al país norteamericano (US$ 3,208.5 millones), registraron una variación positiva de 37,8% gracias al oro que presentó un crecimiento de 84,2%, gasolina (11,8%), aceites crudos de petróleo (79,1%) y gasolina sin tetraetilo de plomo (103,7%), entre otros.
La Gerencia de Estudios Económicos de ÁDEX, explicó que el incremento de las exportaciones primarias a EE.UU. obedece a un proceso de reorientación de las ventas peruanas de oro y plata que antes se dirigían a Suiza.
Por el contrario, el sector no tradicional (US$1.615 millones) se contrajo un 1,4% entre enero y agosto de este año. Las agroexportaciones (US$558 millones) crecieron en 11,5%, las confecciones hicieron lo propio en 3,3%, la sidero-metalúrgica creció en 9,5% y la pesca en 11,6%.
Los subsectores con caídas y que determinaron la contracción de los envíos con valor agregado, son la minería no metálica (-24.3%), varios (-65.7%), químico (-2.7%) y textil (-11.6%).
“La economía norteamericana ha venido mostrando señales firmes de recuperación, sin embargo, el comportamiento de los consumidores todavía se ve influenciado por la necesidad que tienen de restaurar su salud financiera y estar cubiertos frente al riesgo del desempleo. Eso lleva a que los niveles de consumo no se recuperen tan rápidamente como lo hace el PBI norteamericano”, dijo.
Añadió que con el impase que está sufriendo la economía norteamericana por la falta de acuerdos en el Senado, es posible que el consumidor se vuelva más precavido aún, ya que tiene sobre sí la figura de 800 mil trabajadores públicos que están con licencia sin goce de haber y la incertidumbre generada por la posibilidad de que su país caiga en una situación de impago de su deuda.
“Todo eso siembre una mayor incertidumbre sobre la recuperación de las exportaciones no tradicionales a dicho país”, concluyó.