Aeropuerto de Chinchero
Aeropuerto de Chinchero
María Rosa Villalobos

La semana pasada, el titular del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (), Bruno Giuffra anunció que el ya no será - por lo menos en su totalidad- una asociación público-privada ().

“Cerco, movimiento de tierras y pista de aterrizaje será por obra pública (OP). Terminal aéreo aún pendiente de definir por estar en estudio. No está decidido que terminal será una obra pública. Operación y mantenimiento del aeropuerto: en concesión a operador privado”, dijo a través de su cuenta de twitter.

Con el mecanismo de OP, el Estado es quien corre con todos los gastos y riesgos durante la construcción de un proyecto. Culminada esta etapa, licita la operación y mantenimiento de la misma y recupera la inversión realizada.

El modelo clásico de APP, por su lado, contempla que una empresa privada financie la construcción de un proyecto y recupere su inversión durante la vida de la concesión –operación y mantenimiento–.

En el Perú, además, existen las APP cofinanciadas, en las que el Estado otorga al concesionario certificados por avance de obras. Estos papeles son canjeados en el banco por préstamos que podrán ser pagados entre cinco y seis años.

Siendo así, por el modelo per se, las APP transfieren más riesgos al privado –como sobrecostos– y toman en cuenta las medidas necesarias en la etapa de construcción para que los costos de operación y mantenimiento futuros sean lo más eficientes posibles. Esto último no necesariamente ocurre con las OP, pues quien construye no opera ni mantiene la obra.

“El promedio de sobrecostos en OP en América Latina está entre 40% y 50% del total del monto establecido en el contrato inicial”, explica José Luis Guasch, Exjefe de la Unidad de Expertos Globales en APP del Banco Mundial.

Si esta regla se aplicara a Chinchero, el Estado asumiría un sobrecosto aproximado de US$ 212 millones –40% de US$530 millones, costo total del proyecto–.

EL PROYECTO De acuerdo con el ministro Giuffra, la fase constructiva del proyecto, que tomará entre cuatro y cinco años, tendrá un costo aproximado de US$200 millones. Para el 2021, el terminal debería estar en su etapa final, o en el mejor de los casos, operando.

Asimismo, el ministro estimó que la recuperación total o parcial de la inversión recaerá en la operación y mantenimiento por parte de empresas internacionales del terminal aeroportuario.

Para Guasch, la decisión tomada por el MTC no responde solamente a razones técnicas y financieras, sino también al contexto político actual.

“Ahora es cuestión de acelerar y dar muestras del compromiso para construir Chinchero. Si lo hicieran como APP tendrían que rehacer algunos estudios y su nueva adjudicación podría tomar un año. Como OP [el proceso] debería demorar entre cuatro y seis meses como máximo”, asegura el especialista.

Una vez construido, el Estado deberá licitar la operación y mantenimiento del terminar aeroportuario. Para esto, el MTC tendrá tres opciones según Guasch: otorgarlo a quien ofrezca un mayor monto de dinero (pago inmediato), o a quien ofrezca el mayor porcentaje de los ingresos brutos anuales –como el caso del Jorge Chávez– (pago a largo plazo) o quien ofrezca una menor tarifa aeroportuaria.

“No creo que esta última opción sea posible porque es la que más transfiere los costos al usuario, pues depende de la afluencia de turistas”, consideró Guasch.

EL DATO En América Latina, el 70% de las OP tienen sobrecostos. En las APP, este porcentaje llega sólo a 20, explica Guasch.

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