Alianza Lima en Segunda División: ¿Cuál es el impacto en sus finanzas y en su proceso concursal?

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El mencionado descenso, del que el club espera recuperarse en el 2021, daría paso a una nueva problemática que se extiende al ámbito económico y financiero para la institución.

CAÍDA EN PICADA DE INGRESOS

A las consecuencias económicas de la pandemia en este año, se le suman las de jugar un torneo corto con solo 10 equipos (este año en primera división jugaron 20). Alianza Lima venía percibiendo alrededor de US$3 millones anuales en las últimas tres temporadas por su participación en la fase de grupos de la Copa Libertadores. Esto ya no ocurrirá, en el mejor de los casos, hasta el 2023.

Otro ingreso importante que se frenará es el correspondiente a los derechos de televisión, que para varios clubes representan alrededor del 50% de su total de ingresos.

Eduardo Flores, director de la agencia de márketing deportivo Toque Fino, explicó que debido a su descenso a la segunda división dicho contrato queda congelado hasta que vuelva a la Liga 1.

“En segunda división quien negocia con la televisora es la misma Federación Peruana de Fútbol (FPF), que maneja a los 10 equipos participantes. Entonces, el contrato que tenía Alianza con la TV queda congelado. La TV no tiene que darle nada a Alianza. El club deberá negociar con la FPF, pues le dará mayor exposición al torneo”, indicó Flores.

Este Diario pudo conocer que, según el flujo de caja proyectado en su plan de reestructuración concursal, en el 2021 el club estimaba percibir más de S/20 millones.

PATROCINIOS: ¿EN QUÉ SITUACIÓN SE ENCUENTRAN?

Según se muestra en su portal web, Alianza Lima tiene 15 patrocinadores. Los que inyectan recursos directamente son siete: Banco Pichincha, Assist Card, Nike, AOC, DoradoBet y Glory (marca de autos), indicó Flores.

A la fecha, Banco Pichincha y la casa de apuestas Dorado Bet reafirmaron su vínculo con el club mediante mensajes en sus redes sociales.

El Banco Pichincha explicó a El Comercio que en noviembre del 2019 decidieron extender el auspicio hasta el 2021.

“Confiamos en que el club saldrá adelante de este difícil momento con los ajustes anunciados y con el apoyo de sus millones de hinchas, quienes en más de una ocasión han demostrado que se puede superar los momentos más adversos”.

Consultados sobre variaciones en los montos que invierten, Banco Pichincha respondió que “resulta poco pertinente pensar ahora mismo en cambios en la planificación, cuando la institución y todos los aliancistas atraviesan un momento de esta magnitud”.

“Hoy, se trata de estar aquí para apoyar al equipo y, como señalamos, nuestro vínculo se mantiene hacia el 2021. Estamos convencidos de que Alianza Lima regresará al lugar protagónico que históricamente ha tenido en el fútbol peruano”, complementaron.

Otra marca que ha reafirmado su vínculo en el actual momento crítico para el club blanquiazul es AOC Perú.

Alonso Mendoza, gerente de márketing de TPV Perú (que agrupa a AOC Perú y Philips), confirmó a El Comercio que desde la marca le han comunicado a Diego Montoya, su homólogo en Alianza Lima, que continuarán patrocinando al equipo blanquiazul.

Sin embargo, las condiciones de este patrocinio dependerán de factores ajenos a la marca de televisores, que inició su vínculo con el club en el 2010 y firmó su renovación a inicios de año hasta fines del 2022.

“Nosotros no seremos radicales [a partir del descenso de Alianza y sus implicancias]. Seguiremos apoyando. Estamos con ellos en estos momentos. Pero le hemos pedido al club que presente un proyecto atractivo para ambas partes. Tiene que haber una reingeniería. Le hemos dicho que ellos se sienten a conversar y vengan con una propuesta, que vengan renovados”, detalló Mendoza.

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“Ahora, también incide lo que pase con la Federación Peruana de Fútbol. Si se tienen varias fechas y la exposición es casi igual, no hay mucho que negociar. Pero si el torneo empieza a mitad de año sí tenemos que conversar. En base a eso se negociará el nivel de inversión o que se extienda el contrato”, añadió.

Mendoza considera que si bien la situación del club es crítica, también se tiene una ventana de oportunidades.

“No puedo decir los nombres, pero hay marcas que nos han tocado la puerta para contactarlos con Alianza. La oportunidad está en que puedes llegar a regiones donde antes no lo hacías”, refirió.

Mendoza reveló que el monto que invierten anualmente en el club oscila entre los US$250.000 y US$300.000.

Milo (Nestlé), Gatorade y Assist Card respondieron a este Diario que preferían no declarar al respecto por el momento.

Flores, de Toque Fino, explicó que cuando una marca, sobre todo transnacional, decide invertir en un club de fútbol plantea diversos panoramas. Así como considera los premios por rendimientos destacados (que les brinda mayor exposición), también contempla penalizaciones en casos de descensos.

“Cuando un equipo desciende, las marcas usualmente reducen sus inversiones entre 50% y hasta 90% del total. En el caso peruano es porque en la primera división tienen más de 40 partidos y rivales que generan mucha expectativa. Pero en segunda categoría la exposición es mucho menor”, anotó.

Sin embargo, Flores acotó que este es un escenario para atraer marcas y compensar la reducción de ingresos de otras áreas. “Tienen que atraerlas. Deben decirles ‘ven conmigo ahora y apóyame que estoy en segunda división y regresemos a la primera categoría juntos’. El desafió en grande”, subrayó.

El experto también indicó que el desafío se traslada a las otras áreas operativas del club, como mantener sus divisiones menores y su equipo femenino, por ejemplo.

PROCESO CONCURSAL

Alianza Lima fijó el mes de agosto del 2015 como fecha de inicio de su plan de reestructuración y el año 2028 como el último en su proceso concursal.

El primer pago de acreencias se programó para el 31 de mayo del 2016. Desde entonces, se efectuaban pagos trimestrales.

El entonces administrador del club blanquiazul, Renzo Ratto, señaló a El Comercio en octubre del año pasado que los pagos venían cumpliéndose puntualmente.

“Las cuotas [del pago de las acreencias] van en ascenso. Pero también es bueno mencionar que, como cualquier institución, apuntamos a mejorar los ingresos y reducir los gastos. Es un reto seguir creciendo”, dijo a este Diario. Pero hoy, ante la reducción considerable de ingresos, la fotografía es distinta.

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En este contexto, Richard Almerco, director gerente del estudio Almerco y Asociados, señaló que la primera conclusión ante este escenario es que el nivel de dirigentes en el país sigue en debe y han demostrado que no están preparados para conducir de forma eficiente un club de fútbol. Los miembros del Fondo Blanquiazul, que preside la junta de acreedores de Alianza, son socios en su mayoría.

“Es pertinente recordar que, antes de la promulgación de la ley concursal, los problemas financieros de los clubes eran generados por sus propios socios como administradores, generalmente de mala fe. Ese precedente es importante considerarlo ahora. Observemos el cambio que se ha generado en Alianza en dos años: un fracaso en todo aspecto. Les falta mucho a los dirigentes para tener una buena visión empresarial”, remarcó.

Almerco estima que el cronograma de pagos de Alianza, el cual considera montos mayores cada año, podría requerir ampliarse hasta en cuatro años. Esto, al considerar la reducción significante de ingresos en los rubros de derechos de TV, premios por participaciones en torneos internacionales y del área comercial.

Pero también plantea que pueden buscarse otras opciones para no modificar los plazos, aunque ello resulta más complicado.

“El plan concursal contempla como punto principal la financiación. En la modificatoria del plan, con seguridad, se va a promover la ampliación de los plazos por la afectación del flujo de ingresos. Esto, salvo que los acreedores tengan una alternativa diferente de financiamiento o una propuesta de inyección de ingresos de algún lado”, remarcó.

Por último, Almerco consideró muy relevante que el Indecopi regule los vacíos en la norma concursal que les da injerencias y son permisivas con los acreedores de la junta de los clubes respecto a los administradores designados.

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