Francisco Grippa
Francisco Grippa

A pesar de que los vientos externos ahora soplan menos a favor de la economía peruana, el próximo año lograría crecer por encima de su potencial. El sector privado sería el motor que llevaría a acelerar y a fortalecer la moneda, en un entorno de inflación controlada, prevé Francisco Grippa, economista jefe para el Perú del BBVA Research.

¿Cuál es su perspectiva de crecimiento en el último trimestre del 2018?
La economía crecería alrededor del 4,5% en el cuarto trimestre. La razón es que la segunda temporada de anchoveta empezó más temprano de lo que preveíamos. En segundo lugar, el ritmo diario al que se está pescando es fuerte. En noviembre se pescó a un promedio de 60 mil toneladas métricas cuando lo normal es entre 30 mil y 40 mil toneladas. Tercero es que la cuota de pesca es más alta que el año pasado. Así, el aporte directo e indirecto de la pesca al PBI estaría alrededor de un punto porcentual o 1,5 puntos porcentuales del producto en el trimestre. Esto, junto al fuerte crecimiento de la inversión pública y el rebote del sector hidrocarburos, nos lleva a pensar que el crecimiento del PBI de este año podría estar muy cerca de la meta del Gobierno.

En lo que va del año el precio del cobre ha descendido junto a los términos de intercambio, ¿cómo esto puede afectar a la economía en el 2019?
Los términos de intercambio que teníamos no eran sostenibles, tenían que normalizarse y eso es lo que estamos viendo ahora. Es cierto que esto le pega a la inversión minera, pero no a toda, sino sobre todo a la de exploración. Pero la inversión en exploración no es tan grande, lo que es más grande es la construcción y montaje de nuevas minas. En este momento tenemos tres minas grandes que ya se han empezado a construir, Quellaveco y Mina Justa y la ampliación de Toromocho. Estas tienen ‘cash costs’ que son relativamente bajos, entonces con los precios del cobre actuales de entre US$2,70 y US$2,80 la libra soportan la reducción de precios. Entonces si la pregunta va por si esto genera algún riesgo o no en las minas que se están construyendo, yo diría que el riesgo es bajo.

¿Cuál sería el impacto de esas inversiones en el crecimiento del próximo año?
Nuestra proyección de crecimiento es de 3,9% para el 2019. La inversión en los tres proyectos antes mencionados junto a otros dos pequeños implicarían alrededor de unos US$2.000 millones el próximo año. Este gasto en inversión equivale a un punto porcentual del PBI, cuya gran parte se haría en producción local. Este es el principal soporte del próximo año.

¿Qué efectos podría tener la política monetaria de la FED y la economía norteamericana sobre nuestro crecimiento?
La previsión de crecimiento sobre Estados Unidos para este año es que sea entre 2,9% y 3% y que el próximo año sea en torno al 2,5% y un nivel más bajo en el 2020. Si el crecimiento potencial de Estados Unidos es de 2%, las cifras proyectadas son de convergencia a ese crecimiento potencial y no una recesión.

En ese contexto, creemos que la FED continuará subiendo su tasa, pero no al ritmo que previmos hace tres meses. Probablemente, eleve su tasa a 3% para finales del 2019. Todo esto implica que en el Perú la tendencia en los próximos trimestres para el tipo de cambio es a la baja.

¿Qué factores afectarán la tendencia del tipo de cambio?
Estimamos que el Perú tendrá un superávit comercial todavía importante en el 2019, más allá de que el precio promedio de los metales podría ser menor que en el 2018. Asimismo, el próximo año la producción minera debería expandirse. Si bien podríamos tener menores precios, la mayor cantidad producida debería compensarlo. Así, lo anterior junto a un superávit comercial que no debería ser distinto a los US$6.000 millones del 2018, presionarían a la baja al tipo de cambio. Hay que considerar también que van a entrar US$2.000 millones por proyectos mineros.

¿No hay riesgo de que haya una salida de capitales de la economía peruana?
Un termómetro sobre la participación de los capitales del exterior es la tenencia de bonos soberanos peruanos en manos de inversionistas extranjeros. Lo que se ve es que estas tenencias en los últimos ocho meses se han venido incrementando. Salvo en octubre que se quedó plano. La presión cambiaria que hemos venido observando ha sido sobre todo por el lado del mercado de derivados.

En el peor escenario: que los extranjeros se desprendan de sus inversiones y su participación en los bonos peruanos disminuya del 42% actual al 20%, como disminuyó en la crisis del 2008, eso implicaría que van a salir dólares, pero por un monto menor a los US$6.000 millones del superávit comercial y los US$2.000 millones en inversión minera. Estructuralmente, hay elementos para pensar que de manera tendencial el tipo de cambio en el 2019 tendería a bajar.

¿Cuál es su proyección del cierre del dólar?
Tenemos una proyección de S/3,30 para finales de diciembre del 2019. Eso no implica que por algún factor el tipo de cambio en el año pueda ser mayor a ese monto.

¿Cuáles son los escenarios de riesgo para el 2019?
Hay elementos externos y locales. En el frente externo estos tienen que ver con el aumento de la probabilidad de recesión en EE.UU. y la desaceleración del crecimiento global. Es un riesgo que se ha incrementado en las últimas semanas. Ese es el riesgo más importante en este momento. Por el lado local, quizá mencionar dos: el primero es el fenómeno de El Niño.

¿Qué tan importante es el riesgo de que suceda un nuevo fenómeno de El Niño?
El ENFEN publicó recientemente un reporte en que ve una probabilidad de 73% de que haya Niño débil. Eso implica lluvias que, a nivel macro, sus impactos deberían ser poco sensibles. Ese es nuestro escenario base. El riesgo es que haya un Niño moderado o más intenso y la probabilidad de este es de 12%, según el último comunicado del ENFEN.

¿Cuál es el otro riesgo interno para la economía?
Otro riesgo es que el tema de infraestructura no avance. En las proyecciones uno incorpora que la reconstrucción y la Línea 2 se aceleren, a la que se le está asignando que se ejecute un presupuesto de S/1.200 millones, pero somos un poquito más conservadores. Si esto no se da, se resentiría la inversión pública y afectaría el crecimiento PBI.

Otro elemento a considerar, pero sí está en el escenario base, es la inversión subnacional por las nuevas autoridades. Pongámonos en el lugar de una nueva autoridad regional o local. Lo primero que haces es ver si lo que ha hecho la administración anterior está en regla o no, y verificar eso toma algún tiempo. Es natural que haya cierta moderación del gasto de los gobiernos subnacionales cuando entran. Usualmente, eso pasa por dos o tres trimestres. Hacia finales del próximo año ya se ve una normalización del gasto.

¿En cuánto podría caer la inversión pública por la falta de experiencia de las nuevas autoridades subnacionales?
Para tener un número de referencia, tuvimos una elección similar a esta en el 2014. En el 2015 se vio una caída de la inversión subnacional de más de 20% en términos reales. Ahora estamos siendo un poco más conservadores, es una caída, sí, pero menos pronunciada que la del 2014; en parte porque el Gobierno ha tomado algunas medidas para moderar este impacto y, además, algunas de las autoridades elegidas tienen experiencia en gestión pública.

¿Cuál sería la trayectoria de la política monetaria del BCR?
Las variables importantes para ver si se acerca el momento de que el BCR varíe su tasa, son, por un lado, la inflación. Ya se ha recuperado y a noviembre está en 2,2%. Probablemente cierre el año entre 2,2% y 2,3%. Ya está incluso levemente por encima del centro del rango meta. Las expectativas de inflación están en 2,5%.

El otro tema es la brecha de producto, que todavía es negativa, pero está cerrándose. Con un crecimiento relativamente fuerte en el cuarto trimestre y un 2019 por encima del potencial, las holguras en la economía se van a seguir cerrando, con lo cual hay otro factor ahí.

Por último está el tema externo. Aun cuando la FED sea algo más cautelosa, la brecha entre las tasas de interés en soles y dólares se va a seguir cerrando. Probablemente, hacia marzo esté en cero esa brecha, porque con un BCR en 2,75% y una FED que este año cierra en 2,5% y subiría 0,25 puntos en marzo, se va a cero. Entonces, con todas las variables que hemos mencionado, se van dando las condiciones para que el BCR pronto eleve su tasa.

¿A partir de cuándo el BCR podría empezar a subir su tasa?
Nuestra predicción es que lo haga durante principios del segundo trimestre. Ahí al menos haría un aumento de tasa de 25 puntos básicos. En el primer trimestre no, porque todavía vemos que la brecha de producto es negativa.

¿Cuánto crecería la inversión no minera?
Este año estimamos que la inversión no minera crecerá entre 2,5% y 3%. El próximo año no debería ser muy distinto, debería estar por ahí. La que sí va a ser distinta es la inversión minera, que este año debería crecer cerca de 20% y el próximo en torno a 30%, porque el impacto de la nueva inversión minera va a ser más sensible.

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