Buscando la igualdad, por Cecilia Blume

A pesar de que la población económicamente activa en América Latina está formada en su mayoría por mujeres (51,7%), estas ganan menos que los hombres y, en muchos casos, sus empleos son informales, sin acceso a la seguridad social ni a vacaciones.

Buscando evitar la discriminación y aumentar las posibilidades de empleo femenino, se viene usando en el mundo el currículum ciego o anónimo, el cual ha logrado aumentar las contrataciones de mujeres con las mismas remuneraciones que los hombres.

El currículum ciego se usó por primera vez en el Reino Unido, tras comprobarse estadísticamente que los hombres con apellidos anglosajones eran entrevistados con más facilidad por los cazadores de talentos que aquellos hombres o mujeres con apellidos asiáticos, árabes o hispanos. No es que los entrevistadores quisieran necesariamente discriminar, es probable que lo hicieran inconscientemente.

Esta nueva forma de presentar un currículum elimina la información de raza, edad, código postal, religión, género y la fotografía. Así, cuando alguien evalúa un currículum, se concentra únicamente en lo relevante: las aptitudes o méritos del postulante, sus calificaciones y su experiencia profesional.

Como un primer filtro para conseguir trabajo y no ser discriminadas, las mujeres abogan hoy por los currículos ciegos.

En España, el Ministerio de Sanidad Servicios Sociales e Igualdad busca desde mediados de este año implementar con 78 empresas el currículum anónimo para seleccionar su personal. KPMG, el Banco Santander, la Universidad de Valencia, entre otras, vienen usando esta forma de contratación para evitar la discriminación, a pesar de que el currículum anónimo no elimina la discriminación por sí mismo, pues al menos añade objetividad al proceso de selección en una primera etapa. Los españoles, no obstante, igual intentan expedir la ley de igualdad salarial entre hombres y mujeres.

En el Reino Unido, el famoso estudio de abogados Clifford Chance viene usando el currículum ciego para omitir la universidad de procedencia y juzgar a los postulantes con base en las competencias personales, su trayectoria y sus habilidades naturales y no a su capacidad económica. Ello evita que las contrataciones en dicha firma provengan necesariamente de Oxford o Cambridge.

En Alemania, se demostró que el anonimato en los currículos logró más oportunidades laborales para las minorías, y si bien es solo un paso, puede impulsar un cambio de mentalidad que busque evitar prejuicios en las contrataciones y nos lleve, indefectiblemente, a una paridad entre la contratación de hombres y mujeres.

Francia, España, Reino Unido, Alemania, Suecia y Finlandia lo vienen implementando y el Banco Interamericano de Desarrollo recomienda su uso.

En el Perú, la diferencia salarial a favor de los hombres es de 29%.

¿Nos ayudaría el currículum ciego?

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