(Foto: Juan Ponce)
(Foto: Juan Ponce)

Hoy, las acciones de Credicorp, el conglomerado financiero de los más importantes del país, caía 2,6%; mientras que las acciones de Buenaventura, el productor de oro, crecía 0,22%, ambas en la bolsa de valores de Nueva York. Esto, luego de que ayer el presidente diera a conocer en su mensaje por que presentará una iniciativa de reforma constitucional para convocar a el próximo año.

Ante los riesgos y la incertidumbre que implica esta decisión, el ministro de Economía, Carlos Oliva, llamó a El Comercio para brindar una entrevista, en su domicilio, con el fin -según el propio ministro- de aclarar las dudas de la población, el empresariado y de los inversionistas sobre el mensaje presidencial de ayer.



¿Qué le preocupa del mensaje presidencial como para brindar una conferencia al día siguiente y en su casa?
Del mensaje no me preocupa nada porque ha sido conversado y aprobado por el Consejo de Ministros. Pero entendemos que podría haber algún tipo de incertidumbre sobre las propuestas que ha hecho el presidente y lo lógico es que todos los miembros del gabinete, en sus ámbitos de competencia, tratemos de poner las cosas en su verdadero contexto.

¿Convocar a elecciones era la mejor salida?
Es una propuesta que creemos es la mejor para el país. Estábamos ante el riesgo de tener dos años con una confrontación que no iba ser buena ni para la economía, el crecimiento ni para el desarrollo. Con la propuesta de nuevas elecciones estamos haciendo una salida limpia del gobierno. Esta nos deja un año en el que esperamos trabajar de la mano con el Congreso y acelerar todas las reformas que son necesarias para que nuestro país pueda reencontrarse con esas tasas de crecimiento altas y sostenidas, que les han sido esquivas en los últimos años.

Pero si no han podido llegar a un acuerdo con el Congreso antes, ¿por qué esperar lograrlo ahora?
Nos toca acordar con el Congreso una agenda audaz de reformas para consolidar y aumentar la competitividad de la economía. Muchas de estas reformas están planteadas en el Plan de Competitividad, que fue aprobado ayer, y hay otras que están pendientes de discusión como la ley del régimen agrario, del cine, del libro, etc.

Hay una serie de leyes pendientes y otras que estamos enviando al Congreso, que son parte del Plan de Competitividad como la ley del bono de chatarreo.También, están las propuestas de simplificación de los regímenes tributarios que lo pensamos enviar al Congreso en un par de meses, la ley de recaudación municipal, y la del impuesto predial, que fue aprobado en el último Consejo de Ministros.

Lo que estamos proponiendo con esta reforma constitucional es enfocarnos en este año y trabajar conjuntamente con el Congreso y avanzar todo lo posible para sentar estas bases.

¿Cómo creer que no se va a generar incertidumbre en el mercado si este gobierno ya está de salida y el tiempo que prevé para hacer todas las reformas que dice es muy corto?
Primero, no es una decisión fácil. Entendemos que es una decisión audaz que se ha tomado. Pero preferimos un año de consenso y de trabajo fuerte con una agenda bien encaminada, que dos años, en el que anticipábamos que íbamos a seguir teniendo este tipo de confrontaciones. Es mejor un año bien trabajado con el liderazgo del presidente Vizcarra y el presidente Olaechea que dos años con este ánimo que ha caracterizado los últimos tiempos. Tampoco es algo que nos estamos inventando.

Si la decisión del presidente es razonable como menciona, ¿un año para llevar a cabo todo lo que ha anunciado es creíble? ¿No hubiera sido mejor enfocarse en dos temas para un año?
​No son cosas que hayan salido de un día para el otro, sino propuestas que se han estado trabajando desde que entró este gobierno. Esas 84 medidas de competitividad por ejemplo, son medidas que están encaminadas, y que se van a hacer a fin de año, porque así se han planificado. De estas, algunos hitos de cada una ellas se van a cumplir a fin de año. No es que se nos ocurrió proponerlas para ver qué cosa sale. Esto es algo que ya está en camino. 

También, el plan de infraestructura lo hemos venido trabajando desde hace muchísimo tiempo con el apoyo del Gobierno Británico, el BID, entre otros. Hay una parte del plan que ya tiene su ritmo y para la otra, le estamos diciendo al Congreso enfoquémonos en el trabajo, dejemos las confrontaciones, ya que nos queda un año. De alguna manera, tanto el Congreso como el Ejecutivo debemos sentar estas bases para que el próximo gobierno encuentre material para trabajar y  no venga alguien a inventar la rueda.

¿Cómo prevé ejecutar todas las reformas que plantea si el presidente ya está de salida?
No es una decisión fácil. Es mejor un año bien trabajado con el liderazgo del presidente Vizcarra y el presidente Olaechea, que dos años con las confrontaciones.
Las políticas que vamos a trabajar no han salido de un día para el otro, sino son propuestas que se han estado trabajando desde que entró este gobierno. Esas 84 medidas de competitividad, por ejemplo, están encaminadas y se van a hacer a fin de año, porque así se han planificado.

¿Cuántas de estas medidas que piensan hacer antes de irse dependen de la voluntad del Congreso?
La gran mayoría depende del Ejecutivo, pero algunas importantes dependen del Legislativo. Por ejemplo, la simplificación de los regímenes tributarios. Ese proyecto lo deberíamos enviar al Congreso entre setiembre y octubre de este año, para tenerlo listo en enero del próximo año.

El plan de competitividad también contempla reformar los regímenes laborales. Hay una propuesta de la Cámara de Comercio de Lima, que la hemos discutido en el interior del gobierno y que, eventualmente, iría al Congreso, porque creemos que va en la dirección adecuada.

El BCR prevé un crecimiento del PBI de 3,4% para este año, con un riesgo alto de que la expansión sea menor. ¿Cuáles son los factores detrás del 3,5% del presidente Vizcarra?
Es muy importante que disipemos rápidamente las dudas que puedan tener algunos con el mensaje de adelantar elecciones generales, y es lo que buscamos con esta entrevista. Si somos capaces de que este mensaje cale en la población y que esta, los empresarios y los demás agentes económicos se den cuenta de que es una buena solución para el país, creemos que es muy probable llegar al 3,5%.
No es que no reconozcamos que haya riesgos. Siempre los hay, precisamente estamos trabajando para minimizar estos.

¿Cuánto esperan que crezca la economía en el segundo semestre?
Si en el primer semestre la economía cierra con un crecimiento inferior al 2%, el segundo semestre debería crecer cercano al 5%. Los ‘drivers’ de crecimiento son, por un lado, la inversión pública, que en el segundo semestre estará consolidada, sobre todo en los gobiernos subnacionales.

Por otro lado, tenemos que seguir trabajando con la inversión privada. Vamos a reunirnos con los principales gremios para explicarles nuestro planteamiento, para convencerlos de que esto es lo mejor para el país.

Antes del mensaje, las expectativas del sector empresarial ya estaban deterioradas, muchos acusan al gobierno de plantear medidas populistas para resolver problemas estructurales, ¿cómo esperan restablecer la confianza?
Todas las medidas que se están dando pueden ser controversiales, pero no creo que sean populistas. Hay una serie de fallas de mercado que se están tratando de solucionar con una normativa. En cuanto a las expectativas, definitivamente todos los analistas siempre han dicho que el segundo semestre será mejor que el primero.

Las elecciones de nuevas autoridades siempre generan incertidumbre, ¿esperan disipar esta solo con un mensaje?
Siempre hay incertidumbre cuando hay elecciones generales. Pero la vamos a afrontar dejando un rumbo para la competitividad del país. Nuestro legado tiene que ser ese conjunto de medidas que vamos a trabajar en el último año para poder crecer 5%. Estamos convencidos de que el próximo gobierno tendría que seguir ese rumbo trazado, más allá de las prioridades que pueda tener.

El presidente no mencionó el proyecto Tía María, pese a que viajó a reunirse con las autoridades de la zona. ¿Se llegó a un acuerdo?
Ha surgido un reclamo de algunas personas sobre el proyecto, argumentando que la licencia se ha dado de manera irregular. Ya se presentó el reclamo al Ministerio de Energía y Minas.
Corresponde ahora evaluar ese reclamo. Nosotros como gobierno pensamos que la licencia se ha dado con el cumplimiento de todos los requisitos.

El presidente tampoco mencionó la problemática del Oleoducto Norperuano ni los problemas que enfrenta Petro-Perú. ¿Si la empresa entrara en ‘default’, el MEF pagaría la deuda?
No tenemos ningún elemento para pensar que Petro-Perú pueda entrar en ‘default’. Estamos a punto de terminar una refinería que va a empezar a producir alrededor del 2021. Hay un plan para poner valor a algunas de las unidades auxiliares, entonces la posibilidad de un ‘default’ no está ni remotamente en el radar.

En cuanto al oleoducto, el primer ministro Del Solar realiza un plan de desarrollo para toda la zona. Incluso piensa contratar bajo la modalidad de PMO [project management office] para hacer realidad un plan de inversiones sobre el oleoducto, lo que sería una garantía para la población.

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