(Foto: Archivo)
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Se ha generado mucha controversia alrededor del ritmo de crecimiento de la en el primer trimestre. Si bien es conocido el hecho de que se expandió 2,3% frente al mismo período del 2018, la discusión vino por cómo se compara la actividad en el período enero-marzo con la registrada entre octubre y diciembre. 

Lo primero a tener en cuenta es que la comparación no puede ser directa. Típicamente diciembre es un mes de alto consumo y de actividad económica, sobre todo en comercio y servicios. Por otro lado, febrero tiene menos días. Para poder comparar, primero se deben ajustar los datos por estacionalidad. O deben “desestacionalizarse”. 



El problema es que no hay un método universal para realizar dicho ajuste, lo que lleva a que haya distintas estimaciones posibles. Por ejemplo, el BCR encuentra que la economía se redujo en el primer trimestre a una tasa anualizada de 4,5%. Pero The Economist publica una estimación distinta, que da como resultado una caída de 5,3%. Y el INEI calcula que la contracción fue de 2,5%. Lo que ninguna de los tres entidades hace es comparar directamente el dato del primer trimestre con el del cuarto trimestre del año pasado porque hacerlo así es incorrecto.

Ahora bien, los tres estimados nos muestran una caída. Pero en los tres casos se trata de tasas anualizadas. Es decir, estiman que el ritmo del primer trimestre se mantiene el resto del año y calculan a cuánto sería equivalente si una contracción similar a la de los primeros tres meses se replica el resto del año. Es decir, según el BCR el dato del primer trimestre es solo 1,1% menor que el del último trimestre del 2018. Pero el estimado del INEI sería de solo -0,6% en el trimestre. La estimación publicada en The Economist es de -1,4%. 

Habiendo entonces coincidencia en que la economía se ha contraído en el primer trimestre, lo relevante es ver a qué se debe dicha caída. Los datos sectoriales del INEI muestran que las actividades que cayeron en el primer trimestre fueron (de caída más a menos severa) Pesca (37% por debajo del nivel del cuarto trimestre), Construcción (-3.9%), Manufactura (-3,7%) y Minería (-1,1%). Por el contrario, siguieron en expansión Electricidad, gas y agua (1,3%), Servicios (0,8%), Agropecuario (0,6%) y Comercio (0,4%). 

En el balance, la severa caída de Pesca ha arrastrado a Manufactura y ambas han tenido un impacto notable en el resultado global. Si ambas se hubieran mantenido a los niveles del trimestre previo, la expansión anualizada del primer trimestre hubiese sido 0,2%. Y el ritmo de crecimiento anual hubiera sido 2,5%. Es decir, aunque –por varias razones- el ritmo de crecimiento se ha moderado, la caída registrada en el primer trimestre responde sobre todo al factor puntual de los menores volúmenes de captura pesquera y su impacto en la manufactura.

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