¿Cómo cerrará el mercado de los smartwatchs y otros wearables?

Apenas dos años atrás, cuando se decía que el futuro de los negocios de la industria tecnológica estaba en los accesorios conectados a Internet (bautizados como weareables), el escepticismo era lógico para una realidad como la latinoamericana. Hoy el consumidor peruano está demostrando que ese tipo de accesorio puede tener un lugar más allá de la exclusividad si le descubre su utilidad. 

El mercado todavía se encuentra en estado embrionario, advierte Fernando Grados, director de Dominio Consultores. La estrella sigue siendo el smartphone, pero el smartwatch va ganando espacio. Grados estima que este año se han importado (hasta noviembre) 187 mil smartwatchs, de los cuales solo el 10% corresponde a marcas conocidas como Apple, Huawei, Miray y Samsung. “El 90% son marcas chinas absolutamente desconocidas”, detalló. 

En medio de un año levemente frenado en términos económicos y con una industria del hardware que decae 5%, los smartwatchs han multiplicado su presencia y crecen a ritmos satisfactorios en el 2016 y prometen un 2017 de consolidación, estimó Alfredo Magan, analista de IDC Perú y Ecuador.

Cada trimestre, explicó Magan, ingresan nuevos actores para atender campañas particulares. Para el Día de la Madre se vendieron cerca de 70.000 relojes gracias a las promociones que se hicieron con las marcas MyKronoz, Woo, Samsung y Apple. En el tercer trimestre se bajó a 15.000, pero para la campaña navideña solo la línea de Star Wars ya alcanzó las 40 mil unidades y se espera una buena acogida en las otras ofertas del ‘retail’, detalló. 

Este dinamismo es más intenso que el vivido en el 2015, cuando los fabricantes de smartphones los incluían en su oferta como un gancho para atraer a usuarios de gama alta, pues era un producto exclusivo, de alto valor (arriba de US$500). También se lanzaron promociones por menos de US$100, pero apenas se superaron las 114 mil unidades de wearables importadas en el año, incluyendo no solo relojes, sino también pulseras y otros gadgets deportivos. 

Si miramos solo la evolución de las ventas de Apple, podemos tener una dimensión de la fuerza que puede alcanzar esta categoría en el país. Según Javier Díaz, gerente general de iShop, en esta campaña esperan crecer como mínimo 300% y ya se pasó de una etapa de presentar “qué es” a variar la oferta para atender distintos tipos de potenciales clientes. Y no es casualidad que cadenas como Saga Falabella exhiban 12 modelos de cuatro marcas con precios que van desde S/350 hasta S/2.000. 

FUTURO PROMISORIO
Dada la alta delincuencia, los analistas temían que en el Perú tomara mucho tiempo lograr su adopción, pero la sorpresa ha sido que, según un estudio de ComsCore para IMS, somos el país de la región con más alto nivel de penetración de wearables (43%). “Quizás podamos asumir que hay un creciente interés por tener una mayor cantidad de dispositivos conectados”, opinó Gastón Vautier, director de investigación de IMS. 

¿Tienen futuro en el país? Todo dependerá de que se logre encontrarle practicidad en el uso diario y se ofrezca a un precio accesible. Algunos intentos de posicionar estos relojes, como refieren LG y el ensamblador local Advance, demostraron que todavía no era una categoría muy rentable a gran escala, pues los usuarios no se acostumbraban a recibir tantas notificaciones o a tener que cargar a diario el reloj. Pero el panorama puede estar cambiando y va más allá del reloj. 

Walter Sánchez, gerente de Negocios Regionales de Cloud en Cisco, estima que los wearables alcanzarán los 1,8 millones de dispositivos conectados para el 2020 (10 veces más lo actual) y que, en general, todos los objetos conectados (incluyendo las máquinas en las fábricas) pasarán los 15 millones y generarán la mayor cantidad de tráfico en la red (46%), superando a los smartphones. 

El teléfono se convertirá, entonces, en el equivalente a un control remoto al que se conectará toda una variedad de objetos, incluido el reloj. El negocio de los fabricantes estará en proveer la mayor cantidad de dichos accesorios.