El ministro Bruno Giuffra y el líder del consorcio Kuntur Wasi Carlos Vargas Loret de Mola.
El ministro Bruno Giuffra y el líder del consorcio Kuntur Wasi Carlos Vargas Loret de Mola.
Redacción EC

De divorcio amistoso a ‘guerra de los Roses’. Así podría resumirse el nuevo capítulo de la novela del aeropuerto internacional de Chinchero, que comenzó a escribirse con un tuit del ministro de Transportes y Comunicaciones, Bruno Giuffra.

“Hoy [ayer] hemos resuelto el contrato de concesión del aeropuerto de Chinchero a Kuntur Wasi, dada la imposibilidad de cerrar un acuerdo de mutuo disenso”, escribió Giuffra a las 3:27 p.m.

En un segundo mensaje, el ministro explicó que la resolución del mencionado contrato se hacía al amparo de la cláusula de culminación unilateral por interés público que el mismo documento establece.

A las 3:40 p.m., llegó a esta redacción el comunicado oficial del MTC que precisaba que la decisión había sido comunicada a Kuntur Wasi por la mañana y que se estaba estudiando la modalidad adecuada para la construcción del referido aeropuerto de manera que la ejecución del proyecto no se retrase.

A las 4:36 p.m., Giuffra se comunicó por vía telefónica con El Comercio desde Piura, donde inspeccionaba los proyectos de reconstrucción de su cartera, y expuso en detalle los motivos de su decisión.

LAS RAZONES DEL MTC
“El concesionario ha creído que podía usar una ruta alterna que no estábamos dispuestos a seguir”, afirmó Giuffra a este Diario.

La propuesta del MTC fue aplicar la cláusula de caducidad por mutuo acuerdo. Incluso, se sugirió formar una comisión independiente (“de notables”, la describió una fuente cercana a las negociaciones) para que decidiera la forma idónea de resarcir a Kuntur Wasi.

Sin embargo, el consorcio siempre fue reacio a esta posibilidad y planteaba que se aplicara otra cláusula, la del incumplimiento contractual de alguna de las partes.

Con ello, el Estado y el concesionario deberían ir a una instancia de trato directo hasta por seis meses ante una comisión especial dentro del Sistema de Coordinación y Respuesta del Estado en Controversias Internacionales de Inversión (Sicreci). Este es el paso previo a un posible arbitraje ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi).

“Ha habido cordialidad en las negociaciones, pero también intransigencia. Yo personalmente he agotado los esfuerzos para llegar a un entendimiento”, confió Giuffra a El Comercio. De hecho, el MTC insistió hasta una última reunión el miércoles.

“El mutuo disenso le quitaba a Kuntur Wasi la posibilidad de luego reclamar una indemnización por daños y perjuicios, lucro cesante y otros intangibles”, explicó el titular del MTC. “Las expectativas de Kuntur Wasi eran completamente distantes de las nuestras”, agregó.

LA REACCIÓN
En las oficinas de Kuntur Wasi, mientras tanto, reinaba la sorpresa. “Hemos seguido un proceso de conversaciones con el Estado con la mayor buena voluntad y buena fe y, de manera intempestiva, nos ha llegado una carta de resolución unilateral”, dijo a El Comercio el gerente general del consorcio, José Carlos Balta.

El ejecutivo detalló que la reunión del miércoles se había desarrollado sin sobresaltos. “No ha habido ningún tema álgido que haya hecho que todos nos paremos de la mesa y no queramos vernos. Todo lo contrario”, afirmó.

El 31 de enero empezó una marcha tras la suspensión de la firma de la adenda de Chinchero. Esta medida será retomada en las próximas horas en Cusco. (Archivo El Comercio)
El 31 de enero empezó una marcha tras la suspensión de la firma de la adenda de Chinchero. Esta medida será retomada en las próximas horas en Cusco. (Archivo El Comercio)

Sin embargo, sí había un tema de preocupación para Kuntur Wasi en esta última reunión: las declaraciones brindadas por el viceministro de Transportes, Rafael Guarderas, el martes en Cusco. El funcionario había dicho que las negociaciones se cerrarían en 90 días y que la remoción de tierras se haría como obra pública el próximo año.

Las fechas lucían apresuradas, dada la falta de acuerdos y los plazos para el trato directo en el Sicreci, la opción que hasta ahora propugna Kuntur Wasi. “No se iba a dar un mutuo disenso”, insiste Balta. Incluso la cláusula invocada ahora por el Estado tiene un plazo de preaviso de seis meses.

Balta afirma que llevar el caso al Ciadi es la última opción y que están explorando otros caminos. “Estamos evaluando todas las opciones enmarcadas en el contrato antes de llegar a un proceso arbitral”, subrayó.

SIGUIENTES PASOS
Giuffra explicó que, de acuerdo con el contrato de concesión, Kuntur Wasi deberá presentar una liquidación de los gastos destinados al proyecto, la cual será verificada por Ositrán. Estos gastos serán reembolsados y además se pagará la garantía de fiel cumplimento, que equivale a US$8,7 millones. “Le hemos puesto un techo a lo que deberemos pagar a Kuntur Wasi”, dijo Giuffra.

Una vez que el Estado abone este pago, se podrá acceder a los terrenos destinados al aeropuerto, así como a los estudios de ingeniería efectuados por el concesionario, explicó Giuffra. “El siguiente paso será licitar el movimiento de tierras como obra pública y, mientras se desarrollan los trabajos, haremos un nuevo contrato pulcrísimo, infalible y sin observaciones”, añadió el titular del MTC.

Asimismo, el MTC deberá explicar las razones de interés público que sustentan la resolución. “Tendremos que esperar a ver cómo justifica esto el Estado, pero seguramente será discutible”, afirma Hugo Morote, socio de Rosselló Abogados.

Morote estima que Kuntur Wasi utilizará los seis meses de vigencia del contrato restantes para definir y llevar adelante su estrategia de defensa, que podría incluir los pronunciamientos contradictorios del Estado Peruano sobre la calidad del contrato de concesión.

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