Confianza empresarial sigue bajando pese a medidas del Gobierno

La confianza de los empresarios sigue en descenso, pese a los esfuerzos del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) por restablecerla.

El índice que mide la expectativa de los empresarios sobre la situación de la economía en los próximos tres meses cayó en 2,2 puntos, a 53,1, asomándose a terreno pesimista, según la última encuesta de “Expectativas macroeconómicas 2014” elaborada por el Banco Central de Reserva (BCR) en la última quincena de diciembre pasado.

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Similar suerte corrieron los índices de expectativas de los empresarios a tres meses sobre la demanda de sus productos, contratación de personal y la situación de la empresa.

Sobre todo el índice de contratación de personal siguió sumergiéndose en el terreno pesimista al caer de 49,8 puntos a 48,2 –cuando un índice está por debajo de 50 puntos se considera pesimista–, lo que podría ser perjudicial en un contexto en el que el Gobierno intenta motivar la contratación de jóvenes.

Además de la caída de la confianza empresarial, los participantes del sondeo indicaron en el sondeo que la situación actual de su negocio como el nivel de ventas, órdenes de compra, nivel de producción, demanda e inventarios empeoró frente al mes anterior.

Para algunos economistas, la respuesta de los empresarios manifiesta un desgaste en torno al efecto real que tendrían las medidas reactivadoras propuestas el año pasado. 
Además, destacaron que la secuencia y el ritmo de los paquetes reactivadores no fueron adecuados, lo que le restó eficacia a las medidas. A eso se suma que algunas medidas no han sido aprobadas todavía por el Congreso.

“Hay un tema de desgaste de los paquetes que le ha restado credibilidad al último, a pesar de que ha ido en el sentido correcto”, dijo Carlos Casas, ex viceministro de Economía.

Por su parte, el economista Juan Carlos Odar de la Universidad de Piura afirmó que el déficit fiscal con el que terminaría el 2014 –0,1% del PBI– por debajo de lo anunciado de 0,3%, también es un indicador que resta credibilidad al Gobierno.

También, Carlos Casas agregó que las modificaciones a la ley de fomento de empleo juvenil generaron un ruido político que afectó las expectativas del empresariado. 

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