(Foto: El Comercio)
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Luis Fernando Alegría

En el penúltimo mes del 2017 la dio una sorpresa negativa y creció 1,78%, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (). De acuerdo con un sondeo entre analistas revelado la semana pasada, se esperaba un 2,4% de crecimiento: ni el más pesimista (con un estimado de 2%) hubiera anticipado dicho resultado.

Esta es la peor lectura de crecimiento desde abril del año pasado, en que los embates del fenómeno de El Niño llevaron al a crecer menos de 1%. Entre enero y noviembre, la producción nacional incrementó en 2,38%.

El enfriamiento de la actividad económica es más evidente al mirar el crecimiento acumulado de los últimos 12 meses, que ayuda a eliminar los efectos temporales y estadísticos de la serie de PBI [ver infografía].
A noviembre se alcanzó 2,47%, dato que ha ido cayendo a lo largo del año, a pesar de los vientos externos favorables, y es la observación más baja desde mediados del 2015 –momento en que el país experimentó un choque adverso en los precios de los productos exportados–.

PBI anualizado
PBI anualizado

La debilidad del resultado de noviembre dificulta que se cumplan las proyecciones oficiales de crecimiento para el 2017. Para alcanzar el 2,8% proyectado por el Ministerio de Economía y Finanzas y el 2,7% que esperaba el Banco Central de Reserva, el PBI en diciembre tendría que haber crecido por encima de 3%. La autoridad monetaria ya ha anticipado que no se habría alcanzado tal cifra.

DISPARIDADES
En los diferentes sectores dentro de la economía peruana hubo un contraste marcado entre la actividad minera, que fue el motor más importante en noviembre, y la industria manufacturera, que retomó su letargo.

La producción de metales trepó 4,92% en el undécimo mes y tuvo un aporte cercano a medio punto porcentual del 1,78% que incrementó el PBI.

Otro sector clave para el resultado fue construcción, que creció 5,33% y fue apuntalado por el avance físico de obras y el consumo interno de cemento. Es importante recordar que la inversión pública aumentó 12,1% en términos reales e impulsó al sector.

En contraste con esto, el sector de manufacturas –que es el de mayor peso en el PBI local– se contrajo 6,58%, su peor resultado desde el verano del 2016, y restó casi 0,9 puntos al crecimiento de noviembre.

Parte de ese retroceso se explica por el desplome de la producción pesquera, de 45,64% en noviembre. Ello debido a que en ese mes hubiera empezado la segunda temporada de captura de anchoveta, pero fue postergada hasta este enero.

Para diciembre se podría esperar un crecimiento inferior al 3%. Ya el banco central ha afirmado que no se cumpliría su proyección de 2,7% para el 2017 e indicadores adelantados apuntan a ello. El consumo eléctrico creció 0% en el último mes y la inversión pública tuvo un fuerte enfriamiento, aumentando en 6,3%.

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