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Marcela Mendoza Riofrío

El universo de los jóvenes limeños parece tener un atractivo especial para los operadores móviles. Mas allá de los cuatro jugadores con red, existe un nuevo interesado en tomar una pequeña cuota de ese segmento: .

Según Mariano de Osma, gerente general de la marca, su objetivo son los universitarios dependientes del . A ellos destinarán su producto, el cual está siendo diseñado atendiendo a sus hábitos y costumbres.

“Queremos ser lo más digitales posibles. Que la compra sea todo lo remota que se pueda. Nuestro ideal es, a la larga, ser 100% online”, aseguró.

A nivel normativo existen algunas limitantes a este sueño, pues es necesaria la verificación biométrica presencial al momento de adquirir el chip. Eso los obliga a tener al menos una tienda física y puntos de activación presenciales, pero su ideal es poder atender todo requerimiento desde Internet y valerse de tecnologías como el reconocimiento facial remoto si hace falta.

Los jóvenes hoy, agregó, quieren resolverlo todo de forma simple y rápida desde las redes sociales, pero no lo están consiguiendo. Y es justo a ese público insatisfecho al que se proponen conquistar.

¿Y no consideran arriesgado apuntar toda su energía a un segmento que Virgin no pudo cautivar? Su oferta, explicó, será radicalmente distinta y no tendrá ese espíritu confrontacional que no le funcionó a .

El cuy es un animal pequeño, amigable, que llegará a competir directamente con Tuenti (segunda marca de Telefónica), pero con un mensaje menos irreverente.

Sus metas comerciales son bastante más prudentes de las que tuvo Virgin: esperan al menos 8.000 clientes en los primeros seis meses y 150 mil en tres años. “Los 54 mil que consiguió [Virgin] en su primer semestre es mucho más de lo que nos hemos propuesto”, recalcó.

UN PROCESO LENTO

A finales del año pasado, cuando se supo que Cuymóvil entraría al mercado como un OMV (operador que ofrece servicios alquilando la red de un tercero), se dijo que arrancaban en marzo. Hoy esperan poder salir en agosto, pero todo dependerá de cuando se cierre el contrato con su proveedor de red.

Mariano de Osma comentó que desde que nació la iniciativa en el 2016 se aproximaron a los cuatro operadores, pero las negociaciones han avanzado con dos.

Las perspectivas mejoraron mucho este año al fijarse cargos de interconexión iguales para todos, añadió, pero todavía no gozan de una posición óptima para negociar.

Si salen las modificaciones al reglamento de los OMV, como ha ofrecido Osiptel, y se fija un tope de tarifas o se crea un contrato estándar, todo sería mucho más sencillo y no padecerían tantos retrasos, destacó.

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