(Foto: Archivo)
(Foto: Archivo)

En los últimos 15 años, la ha registrado distintos ritmos de crecimiento. Durante la década del 2004 al 2013, el producto bruto interno () creció a un ritmo promedio de 6,4%, luego se desaceleró a un ritmo promedio del 3,3% desde el 2014 hasta la fecha. En ese lapso, el crecimiento más alto del PBI llegó al 4% (2016).

Verificar los factores detrás del comportamiento de la actividad económica demanda analizar la evolución de las capacidades de producción del país.



Un indicador comúnmente aceptado para hacer esta medición es la determinación del producto potencial. Varias son las definiciones de este indicador, pero uno de los más fáciles de entender es el que hace Nikita Céspedes, economista del .

Céspedes precisa que el producto o PBI potencial es la cantidad de bienes y servicios que una economía puede producir cuando todos sus recursos, tales como maquinarias, fuerza laboral, tecnología, recursos naturales y otros, son utilizados a su máxima capacidad.

Así, el PBI potencial, por un lado, depende de los factores productivos tangibles como el número de trabajadores; y, por otro, de factores cuantificables usando ciertos supuestos, como el stock de capital o factores intangibles como la productividad total.

Esta última se puede definir como el conocimiento de los trabajadores y la tecnología de las máquinas que permiten obtener una mayor producción.

TRAYECTORIA

Según el BCR, entre el 2001 y el 2010 el PBI potencial creció a un ritmo promedio de 5,6% anual. Entre el 2011 y el 2015, lo hizo en promedio 4,8% y del 2006 a la fecha crece 3,7%.

Una investigación del economista del BCR Alan Ledesma estima que el PBI potencial alcanzó un pico en el 2008 del 7,8%. Comparado con la actualidad, ese indicador se ha reducido a la mitad.

IPE
IPE

Incluso, el crecimiento del PBI observado hasta abril, de los últimos 12 meses, (3,3%) está por debajo del potencial, según el último dato del Indicador Mensual Económico de El Comercio ().

Varios factores están detrás de la caída del PBI potencial. Según Céspedes, esta se habría iniciado con la crisis internacional del 2008-2009, a partir de la cual la reducción ha sido persistente.

La razón es que, hasta antes de la crisis, el producto potencial crecía por la fuerte expansión de la inversión, sobre todo de la privada, y por el crecimiento de la productividad total de factores. La evolución favorable de esos factores estaba asociada al crecimiento de los precios de comercio exterior –términos de intercambio–.

Según los economistas Paul Castillo y Youel Rojas, del BCR, el aumento de los términos de intercambio explica más del 25% de la tasa promedio de crecimiento de la productividad total de factores durante la década del 2000.

“Lo que explica el crecimiento del PBI potencial es que, en el período del auge minero, se aceleró el aporte de la acumulación de capital y de la productividad de factores”, afirma Hugo Perea, economista jefe para el Perú del BBVA.

La caída de los términos de intercambio también impactó en el valor de las empresas de la (capitalización bursátil). Esto resalta sobre todo en las mineras, cuya inversión se redujo casi a la mitad en los últimos años.

Después de la crisis, sobre todo entre el 2014 y el 2017, el producto potencial se desaceleró a un ritmo de 3,6%, explicado en casi 70% por el deterioro de la productividad de los factores (-0,3%), de acuerdo con David Florián y Luis Eduardo Castillo, economistas e investigadores del BCR.

Si bien estas caídas coinciden con la reducción de los términos de intercambio, el BCR señala que la creciente rigidez laboral y las regulaciones excesivas impiden que la productividad de los factores registre los niveles obtenidos en la década pasada.

A
A

Perea indica que el arreglo institucional débil, el gasto bajo en investigación e innovación y la ausencia de reformas que permitan potenciar la institucionalidad han sido claves para el deterioro de la productividad.

Según el BCR, el aporte de las reformas estructurales de los años 90 ha llegado a explicar hasta en un 80% el crecimiento de la productividad total de factores, pero se ha ido diluyendo –a apenas el 10%– por la regulación excesiva en la economía, lo cual se refleja en un retroceso de 11 posiciones en el ránking de competitividad del Foro Económico Global.

“Algunas de las áreas en las que hubo menos progreso en las últimas décadas y que tienen un alto impacto en la productividad total de factores están relacionadas con el mercado de trabajo, la calidad de educación y la calidad de infraestructura de las instituciones”, cita el banco.

Frente a este escenario, urge la necesidad de llevar a cabo reformas que apunten a aumentar el PBI potencial de la economía.

Contenido sugerido

Contenido GEC