Peruanos consideran que alza del sueldo mínimo afectará a Pymes

El aumento de la remuneración mínima vital a S/930 decretado en el último día de gobierno de Pedro Pablo Kuczynski fue recibido con críticas por la mayoría de economistas, dada la debilidad que muestra el mercado laboral y el incremento de los niveles de informalidad en los últimos meses.

Sin embargo, otra es la realidad cuando se interroga a la opinión pública sobre esta medida: una amplia mayoría de la población la respalda, según la última encuesta urbano-rural El Comercio-Ipsos, a pesar de que amplios sectores son conscientes de sus efectos negativos en la pequeña empresa y en la creación de empleo.

RESULTADOS

De acuerdo con el estudio, el 72% de la población apoya el mencionado aumento. Además, un 30% de los encuestados considera que el aumento de la RMV les afectará positivamente.

Esta última cifra sorprende a Hugo Ñopo, investigador principal del Grupo de Análisis para el Desarrollo (Grade), y a Juan Carlos Odar, director ejecutivo de Phase Consultores, pues es elevada frente a quienes se benefician directamente de la medida, ya que su salario se halla cerca de la RMV: entre 250 mil y 350 mil personas.

Una explicación podría ser el denominado “efecto arrastre” o “efecto faro”, por el cual el aumento de la RMV impulsa los salarios del resto de trabajadores, dado que actuaría como un referente en el mercado laboral.

Los principales estudios realizados en el Perú efectivamente encuentran la existencia de este efecto, pero en una magnitud menor, pues se restringe a los trabajadores formales de menores ingresos.

En ese contexto, Odar deduce que quienes están de acuerdo con el aumento trabajan, principalmente, en el sector informal. Así, el economista resalta la coincidencia de que la proporción de encuestados que desaprueba la medida sea la misma que la proporción de la población económicamente activa que está en la formalidad: una de cada cuatro personas en el Perú.

Por otro lado, para Ñopo existen muestras de desinformación en algunas de las respuestas de la encuesta. Cita como ejemplo el 30% que cree que esta medida tendrá un impacto positivo en la creación de empleo, a pesar de que los estudios realizados en el Perú y otros países similares encuentran que, más bien, las alzas de la RMV afectan negativamente la creación de empleo formal.

“Para la magnitud del aumento, que es más o menos del 10%, se prevé que la informalidad aumentará entre dos y tres puntos porcentuales. No es una buena señal para el mercado”, agrega Pablo Lavado, profesor del Departamento de Economía de la Universidad Pacífico.

CONTRA LAS PYMES

Otro resultado que llama la atención en la encuesta El Comercio-Ipsos es que el 50% de encuestados afirma que la medida tendrá un impacto negativo para las pequeñas empresas.

De esto se deriva que entre el 72% que aprueba la medida, una importante proporción lo hace a pesar de creer que va contra las pymes.

Para Lavado, esto se explica porque las personas valoran más su beneficio individual.

“Tienen un punto de vista micro que les conviene, pero intuyen que la medida aumenta los costos en las empresas”, detalla.

Por su parte, Ñopo niega que las compañías más afectadas por el aumento sean las pequeñas empresas.

“Incluso muchos analistas lo piensan, pero esto no es así”, afirma.

Según el especialista, son las empresas más grandes las que tienen un mayor nivel de cumplimiento de la regulación respecto al sueldo mínimo. En cambio, afirma Ñopo, las compañías pequeñas y medianas, por lo general, trabajan en la informalidad y encuentran las maneras de evitar pagar los aumentos.

“El 60% de los trabajadores que laboran en empresas de 10 o menos empleados ganan menos que el mínimo. Asimismo, el porcentaje es de 15% en las empresas que tienen más de 10 trabajadores”, detalla el investigador de Grade.

Siendo este el contexto, Diego Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, asegura que el aumento de la RMV es una medida “curiosamente popular”.

Además, coincide con los demás especialistas y reafirma que el alza introduce más barreras para quien quisiera pasar de la informalidad a la formalidad, y para quien busca pasar de ser independiente a empleado dependiente.

“El costo directo, aunque es acotado, incluye empleos no generados y empleos que desaparecen”, asegura.