Evita heredar tus deudas: aprende sobre los seguros crediticios
Evita heredar tus deudas: aprende sobre los seguros crediticios

Las deudas se heredan. Si bien la frase no es exacta, lo cierto es que si asumimos y morimos, nuestro acreedor puede cobrarse con el patrimonio que dejemos a nuestros herederos, de ahí que se dice que los beneficiarios además de heredar activos también pueden heredar pasivos. 

Para evitar esta situación, las empresas del sistema financiero solicitan a las personas como condición para otorgar un crédito bancario la contratación de un de vida y la transferencia (o endoso) de los beneficios de este, para que en caso de fallecimiento del deudor, la póliza pague la deuda.

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Una solicitud de seguro similar pero no del mismo tipo se da cuando se deja un bien como garantía del crédito. La entidad financiera pide un seguro para proteger contra cualquier riesgo a la garantía, que puede ser el vehículo cuando tomamos un o la en caso de una hipoteca de vivienda.

En cualquiera de los dos ejemplos, los seguros se pueden adquirir en la entidad financiera o directamente con la aseguradora.  Así, si tienes un seguro o deseas comprarlo en la ‘calle’ para su endoso, debes tener en cuenta lo siguiente:

1. CUÁNDO ES POSIBLE RESPALDAR UNA DEUDA CON SU SEGURO
La regulación [artículo 20 de la Resolución SBS 8181-2012] dice que las entidades financieras que soliciten a los usuarios la contratación de un seguro como condición para otorgar un crédito están obligadas a informar a los usuarios que tienen el derecho a elegir entre comprar el seguro en la misma entidad o directamente en la aseguradora [que puede ser a través de su bróker], para luego endosarlo a  favor de la entidad.

No obstante, la regulación también dice que si la empresa financiera pone a disposición del cliente seguros de similares características de tres compañías, puede liberarse de aceptar el endoso de las pólizas que lleve de forma particular el cliente.

En cristiano: “Si el cliente va a un banco y este tiene tres posibilidades distintas de seguros para el crédito bancario, es decir una oferta suficiente de coberturas, entonces ya no es necesario que acepte el endoso del seguro que el cliente quiera traer”, explica Mirian Aragón, jefe de supervisión de seguros de la .

En la práctica, las entidad financieras tienen sus propias razones para no trabajar con todas las compañías de seguros y por lo tanto permitir que los clientes adquieran las pólizas por su cuenta. En ese sentido, Irene Martínez, gerenta de Seguros del BBVA Continental, precisa que el 30% de los seguros vehiculares que contratan sus clientes para proteger los automóviles financiados con créditos ha sido adquirido fuera del banco.

Sostiene que la razón por la que los clientes compran sus coberturas fuera de la entidad responde a que tienen sus propios corredores de seguros o recibieron la oferta del concesionario en el que adquirieron el vehículo.

Martínez refiere que en el caso de los créditos hipotecarios para vivienda el porcentaje de personas que compra su seguro domiciliario fuera del banco es mínimo.

La ejecutiva explica que el banco tiene como política ofrecer seguros sobre todo de una sola aseguradora, debido a que como también vende otras pólizas de ella, tiene mayor poder de negociación en una eventual controversia.

2. CONDICIONES PARA ACEPTAR EL ENDOSO
Por otro lado, no necesariamente cualquier seguro se puede usar para respaldar el crédito bancario. 

Sobre ese punto la regulación aclara que para endosar la póliza adquirida en la calle, la cobertura de ese contrato debe ser igual o superior a las condiciones establecidas por el seguro ofrecido por la entidad financiera.

“No se puede pretender endosar un seguro de vida que solo brinda una indemnización de US$10 mil para respaldar un crédito de US$100 mil”, dice Rolando Castellares, especialista en temas financieros.

Aragón, de la SBS, anota que es importante que el seguro endosado tenga las mismas condiciones que el solicitado por el banco, debido a que podría poner en riesgo la garantía.

3. COSTOS DE TRANSFERIR LOS BENEFICIOS DE UN SEGURO
Ahora bien, para que el seguro que el cliente adquiere fuera de la entidad financiera –y que cumple con las condiciones– sea aceptado para respaldar la deuda, se deben asumir dos tipos de costos.

El primero es una comisión por evaluación de la póliza endosada que se paga solo una vez.

En segundo término, Aragón de la SBS explica que dado que el cliente tendría que aceptar que el pago del seguro se debite en una cuenta del banco que otorga el crédito, para que este pueda comprobar que el seguro está vigente, podría cobrársele una comisión por ese servicio.

No obstante, en la práctica no necesariamente se paga la segunda comisión, porque la entidad financiera exige al cliente que pague el seguro en su totalidad para que se pueda endosar. Esto con la finalidad de asegurarse de que la póliza esté al día.

Martínez, del BBVA Continental, sostiene que el pago al contado del seguro es una de las desventajas de comprarlo fuera de la entidad, porque el gasto puede resultar oneroso cuando se trata de una vivienda. Además, el cliente tiene que estar atento a la renovación del seguro cada año.

No obstante, Guillermo Tham, gerente de Vehículos y SOAT de Marsh Corredores de Seguros, señala que comprar el seguro fuera de la entidad financiera, a través de un bróker de confianza, es beneficioso por la asesoría especializada del corredor.

(Fuente: SBS)

4. EN CASO DE FALLECIMIENTO DEL CLIENTE
En caso de fallecimiento de un cliente que tenga un crédito con la entidad financiera respaldado por un seguro, esta tiene que enviar una carta a la familia comunicándole la partida de su cliente y la aplicación del cobro del seguro para pagar la deuda, en caso de un seguro de desgravamen.

En la carta, la entidad debe enviar la información detallada del monto de la indemnización del seguro que está aplicando al pago del crédito y de haber un remanente invitar a los herederos para recogerlo.

DATOS
15 años es el plazo promedio de un crédito hipotecario.

200 mil es el número de deudores de hipotecas de la banca.

3,3 millones es el número de deudores de créditos de consumo.

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