Los establecimientos de EsSalud ampliarán sus horarios de atención. (Foto: El Comercio)
Los establecimientos de EsSalud ampliarán sus horarios de atención. (Foto: El Comercio)

Pese a que todavía no hay un informe final sobre la Comisión de Protección Social, que trabaja en la reforma del sistema de salud, previsional y del seguro de desempleo, el contenido de dicho trabajo se sigue filtrando a la opinión pública. 

Ayer, el viceministro de , Augusto Eguiguren, sostuvo al diario “Gestión” que su cartera evalúa la reducción del aporte a que hacen los empleadores, de 9% a 5%, en línea con una de las conclusiones planteadas por la Comisión de Protección Social.

Esta reducción, aclaró el funcionario, se llevaría a cabo bajo la hipótesis de que los ingresos que dejaría de recibir Essalud se compensarían con la mayor cantidad de trabajadores formalizados; es decir, para que se reduzca el aporte, primero se deberá formalizar la economía.

De esta manera, surge la pregunta de si en el corto plazo es viable disminuir el aporte de Essalud, dado que formalizar la economía es un trabajo de largo aliento, ya que depende de varios factores económicos. Además, Essalud gasta en prestaciones más que sus ingresos, y con un aporte de los asegurados, del 9%, la atención que brinda no es la mejor.

VIABILIDAD
Para José Beteta, presidente ejecutivo de Contribuyentes por Respeto, en una situación en que el país tiene un 70% de informalidad, el sistema de seguridad social público mantiene deficiencias y el Estado es uno de los principales deudores de este; una rebaja del aporte a Essalud ocasionaría problemas en la caja de la institución.

“En este momento, yo no lo bajaría [el aporte a Essalud]. Puesto que si bajas el aporte total, ¿qué vas a hacer con la participación que le corresponde al privado?, ¿la vas a bajar también o la vas a dejar como está?”, dijo.

Hoy el empleador aporta el 9% de los ingresos del trabajador a Essalud. Así, si el trabajador decide contratar los servicios de una entidad prestadora de salud (EPS), el 25% de ese aporte se traslada a dicha compañía.

Beteta sostuvo que, de reducirse el pago a Essalud, el aporte que le corresponde al privado también disminuiría, lo que afectaría al usuario. No obstante, indicó que está de acuerdo con que se pueda reducir el aporte, siempre y cuando se hagan reformas.

Para Jorge Toyama, abogado laboralista del estudio Miranda & Amado, la rebaja de la contribución a Essalud, en la actualidad, es posible. Para él, incluso, es el único beneficio social que el Estado puede maniobrar para reducir los altos costos laborales, sin afectar los bolsillos del trabajador.

El experto explicó que hoy el aporte a Essalud no llega directamente al bolsillo del empleado; por lo tanto, se puede trabajar en fórmulas para reducirlo y utilizarlo como una herramienta para la formalización.
Sostuvo que para los actuales empleados, se podría hacer un estudio actuarial que indique el margen de reducción de los aportes, y en el ámbito de los trabajadores nuevos, el Estado puede subsidiar el aporte a aquellas empresas que pongan a sus trabajadores en planilla.

Una fuente vinculada a la Comisión de Protección Social señaló a El Comercio que dicho grupo de trabajo ha planteado reducir el aporte de Essalud a cero, pero luego de que la institución sea repotenciada y eficiente. Es decir, una en la que los trabajadores y la ciudadanía estén dispuestos a pagar por atenderse en esta.

El Comercio buscó la versión de Essalud, pero esta entidad se negó a declarar sobre este tema. 

LAS CIFRAS
S/1.464 millones sumó la pérdida operativa (aportes menos gastos administrativos) de Essalud en el 2016, según Susalud.
►0,1% disminuyó el número de personas aseguradas a Essalud en los siete primeros meses del año, informó su Susalud.
►26,7% de la población en el ámbito nacional está asegurado en Essalud, estimó el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).

SEGURO DE DESEMPLEO INAPLICABLE

El viceministro de Trabajo, Augusto Eguiguren, sostuvo que la Comisión de Protección Social, conformada por expertos que elaboran la reforma del sistema previsional y de salud, habría recomendado postergar la propuesta de implementar un seguro de desempleo, tal como lo había ofrecido el presidente Pedro Pablo Kuczynski en la campaña.

Según el funcionario, los cálculos actuariales para la creación del seguro obtenidos por los expertos habrían hecho concluir que el seguro por el momento no es válido.

Para el laboralista Jorge Toyama, la propuesta del seguro de desempleo es difícil si no se sustituye por la CTS. Dijo que el seguro de desempleo es para el mundo de trabajadores formales que asciende a unos 3,4 millones de personas.

De ese total, cerca de la mitad está contratada a plazo fijo. Además, Toyama indicó que, en promedio, un trabajador peruano cambia de empleo cada cuatro o cinco años, sea por despido o voluntad propia.
Con lo cual, el seguro solo serviría para los despedidos, por lo que no sería rentable para las aseguradoras si este no se sustituye por la CTS.
Para el presidente de la Asociación Peruana de Empresas de Seguros (Apeseg), el que un seguro de desempleo sea inviable obedece a que nuestro mercado de contratos formales es muy pequeño, con lo cual el universo en el que las empresas podrían encontrar personas que califiquen para el seguro es menor.

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