Las inversiones en el Perú podrían peligrar tras el ruido político que se desencadenó el miércoles pasado cuando Odebrecht presentó un informe a la Comisión Lava Jato del Congreso detallando sobre las asesorías que la empresa Westfield Capital, del presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK), les brindó cuando se desempeñaba como primer ministro durante el gobierno de Alejandro Toledo.
Ese papel de Odebrecht sustentó el pedido de vacancia presidencial apoyado por la mayoría opositora y podría finalizar en un cambio en la presidencia del país que “interrumpa la capacidad de ejecutar proyectos”, dijo la analista de Fitch Ratings, Kelli Bissett-Tom.
Otro canal para que el ruido político afecte a la economía es la confianza empresarial, “si esto se deteriora y afecta la inversión, podría afectar el crecimiento”, señaló en una entrevista telefónica a Bloomberg.
"A medida que avanzamos hacia el 2018, las variables macro siguen siendo bastante positivas. Y la expectativa del nivel de crecimiento de 4% sigue siendo bastante favorable en comparación con la mediana de BBB que tenemos más cerca de 3%. Por ende, el Perú aún tiene una perspectiva favorable en comparación con el resto del mundo", añadió.
En tanto, Fitch espera que la política fiscal del Perú siga siendo creíble y que comience a "consolidar las finanzas públicas para preservar el espacio fiscal".
Un factor clave para el crecimiento del Perú “será el impacto en la confianza” y evitar que la inversión público-privada disminuya, lo cual podría peligrar con la inestabilidad política actual.
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