El Perú es uno de los 16 países del globo con potencial para desarrollar poderío industrial tras la desaceleración en China, de acuerdo con los pronósticos de George Friedman, fundador de la emblemática agencia de inteligencia Stratfor.
Friedman, que visita el Perú para participar mañana en la VIII Cumbre de Comercio Exterior que organiza la Cámara de Comercio de Lima (CCL), explicó que el fuerte crecimiento en el costo de la mano de obra en China está empujando a muchas empresas, tanto chinas como internacionales, a mudarse a otros países.
Cuando un país con sueldos bajos ingresa al mercado de manera muy competitiva y crece muy rápidamente es lo que pasó con China, Japón y con Alemania en cierto punto en el tiempo estas economías empiezan a desacelerarse. Ha pasado en Japón y ahora le pasa a China. Una de las razones para ello es que los sueldos en China están creciendo más rápido que en otros países y muchos negocios están dejando China, comentó.
El análisis de Stratfor, que se concentró en tres industrias chinas calzado, confecciones y ensamblaje de celulares mostró que el Perú es el único país de América del Sur que las atrae y que podría utilizarlas como punto de partida para un mayor desarrollo industrial. En la región, en la lista lo acompañan México, República Dominicana y Nicaragua.
Perú ha sido un productor de energía y minerales por muchos años, pero este no es el punto de entrada a la competitividad empresarial, porque son muy vulnerables a la demanda, a la crisis y a las fluctuaciones de precios. Esta nueva incursión en el Perú es una base para el desarrollo futuro de industrias. Una vez que tienes esta industria básica, empiezas a tener una mano de obra disciplinada, más infraestructura y vendrán negocios más sofisticados, comentó.
En ese sentido, pronosticó que es muy claro que el Perú es uno de esos países y, en el tiempo, no de la noche a la mañana, va a desarrollar poderío industrial.
Respecto a qué podemos esperar de la economía china, Friedman consideró que ha llegado al punto más alto de su crecimiento, como antes le pasó a Japón. No se puede vivir para siempre por ingresos bajos y alto crecimiento, señaló.