La Asociación de Grifos y Estaciones de Servicio del Perú (Agesp) rechazó hoy la intención de compra de los activos de Repsol de parte del Gobierno a través de Petro-Perú, porque considera que con la adquisición lo que busca el Estado es regular los precios de los combustibles y competir de forma desleal con el sector privado.
La mencionada compra permitirá al Estado [] implementar políticas de regulación de precios disfrazadas bajo una participación estatal en el sector, señaló el gremio.
Añadió que si la operación se concreta, se verá afectada la inversión en el sector y el desarrollo que ha tenido el mercado de estaciones de servicio en los últimos 21 años.
No nos olvidemos la pésima situación en la que Petro-Perú, luego de 24 años de monopolio estatal, dejó a las 80 estaciones bajo su administración. Estas tuvieron que formar parte de un proceso de privatización en 1992, indicó.
Rocío Zorrilla, presidenta de Agesp, dijo que de prosperar esta iniciativa de intervención empresarial del Estado, se correría el riesgo de paralizar las inversiones privadas en la modernización de los grifos. A la fecha, las casi 3.500 estaciones de servicio han invertido algo más de 2.700 millones de dólares en su modernización e implementación de nuevas estaciones de GNV, puntualizó.
COMPETENCIA DESLEAL La Agesp indicó que con la compra de los activos de Repsol, el Gobierno va a incurrir en una clara competencia desleal frente a la inversión privada, al convertirse en proveedor y comercializador de combustibles en el mercado.
La legalidad de la participación de Petro-Perú permanece circunscrita a cumplir un rol subsidiario. Siendo así de claro, no hay autorización a la petrolera estatal para que su propuesta pueda ser tomada legalmente en serio, pues no le da seguridad jurídica al vendedor, apuntó.
En esa línea, Zorrilla refirió que el anuncio de compra del Gobierno ha hecho que los empresarios del sector tengan temor de invertir, lo que finalmente genera inestabilidad y hace peligrar los proyectos de inversión qe están en curso.