Guerra de gaseosas deja Lima y migra al interior del país
Guerra de gaseosas deja Lima y migra al interior del país

A inicios de marzo, Muhtar Kent, CEO de Coca-Cola, llegó al Perú a supervisar las operaciones locales y asistir a la inauguración de la ampliación de los almacenes de la megaplanta de Trujillo de Corporación Lindley, embotellador y distribuidor de la transnacional en el país.

Durante este evento, el ejecutivo anunció que su compañía y Lindley invertirían US$1.000 millones en el Perú hasta el 2019, para aumentar líneas de producción, ingresar a nuevas categorías y la puesta en marcha de nuevas plantas. Ese mismo día, Lindley comunicó que instalaría una megaplanta en Arequipa. 

Que Kent haya elegido una ciudad de provincia para hacer este anuncio no es cosa gratuita. Desde hace cuatro años, la embotelladora peruana tiene en la mira el interior del país y desea fortalecer su participación y llegar a más consumidores de provincias en vista del gran potencial de desarrollo que se presenta en esta plaza. Tan solo el norte del país concentra hoy el 15% de las ventas de Lindley.

Fidel La Riva, gerente general de Kantar Worldpanel, sostiene que el mercado limeño ha llegado a un punto de madurez, donde los consumidores comienzan a pedir productos saludables, con valor agregado. Por ello, hay una necesidad de llegar a nuevos mercados y las provincias se vislumbran como una gran oportunidad. “Se parecen a Lima de hace unos años atrás”, remarca.

Con esta idea coincide Mónica García, analista de Euromonitor Internacional, quien sostiene que actualmente la capital concentra el 50% de las ventas totales del mercado, pero hay muchas ciudades, donde el per cápita es mucho más bajo al promedio del país (el cual alcanza los 60 litros, aproximadamente).

Considerando que el Perú tiene uno de los per cápitas más bajos de la región es importante guiar las iniciativas hacia provincias, para revertir la situación.

Adicionalmente a ello, en algunas zonas todavía no está llegando la industria. César Luza, presidente de la Asociación de Bebidas y Refrescos (Abresa), sostiene que la cobertura total Perú asciende a 80%. “Hay poblaciones que no están adecuadamente atendidas. Esta parte la puede resolver la empresa, pero también el Estado con infraestructura. El esfuerzo para llegar es grande y costoso”, remarca.

PANORAMA COMPLICADO

La apuesta en provincias no solo contribuirá a que la categoría de gaseosas crezca en ventas, sino que también podría ayudar a los productores a revertir años difíciles.

Desde el 2012, los factores externos como el clima, el incremento de precios de los insumos y la caída del consumo han golpeado las ventas de la industria de bebidas en general. Y este año parece indicar que las cosas no serán distintas.

En este contexto, las gaseosas se están llevando la peor parte. Esta categoría venía cayendo 2% en los dos últimos años, considerando que sus tasas de crecimiento son de un dígito, según Euromonitor Internacional.

En este primer trimestre, la categoría ha caído 7% en volumen, pero creció 4% en valores, de acuerdo a Kantar Worldpanel. Ante estos resultados, La Riva menciona que las gaseosas se están volviendo más caras, factor que no está ayudando en nada a la recuperación de la categoría.

Alberto Haíto, director de Arellano Márketing, explica que esta caída se debe a que, tal y como sucede en otros países, el consumidor peruano está migrando a productos que le dan más valor como el agua.

Adicionalmente a ello, García señala que otro punto en contra de las gaseosas ha sido que las acciones de las empresas en provincias han quedado cortas.

Considerando que el grueso de la facturación de la industria de bebidas son las gaseosas, estas caídas están golpeando fuertemente sus resultados. Es  por ello que surge la necesidad de poner todas las fichas en el interior.

Pero ante las iniciativas de los grandes, ¿qué están haciendo el resto de jugadores del mercado de gaseosas?

Entérese de esto y mucho más en la nota completa del  de hoy

Contenido sugerido

Contenido GEC