LUIS DAVELOUIS

Fue una buena idea pero es perfectible. El Sistema Privado de Pensiones (SPP) peruano cumple 20 años como el más rentable y uno de los mejor diversificados en cuanto a sus inversiones en tipos de instrumentos financieros y sectores de la región.

Pero también los cumple con una reforma de autoría incierta e implementada a medias que, a trompicones, busca favorecer la competencia en el sistema y ampliar la cobertura del SPP al tiempo que compite con el sistema nacional (SNP) que según todo el mundo hay que cerrar pero que, lejos de ello, a la fecha le quita buena parte de los nuevos afiliados al flamante ganador de la primera subasta de afiliados organizada pro la Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS).

El impacto de la creación del sistema en 1993 sobre la economía nacional en su conjunto es innegable. De acuerdo al presidente de la Asociación de AFP, Luis Valdivieso, el mencionado aporte equivale a un 10% del PBI potencial, es decir que, gracias a que existe el sistema, la economía peruana es, estructuralmente, 10% más robusta. Y eso seguirá incrementándose a medida que los fondos que administra el sistema continúen creciendo.

Si bien los efectos positivos de la existencia del sistema están muy por encima de lo que se esperaba en el momento en que fue creado, los retos que enfrenta también están por encima de los presupuestos iniciales. Han pasado 20 años desde su creación y la cobertura no se ha ampliado de la manera en que uno hubiera esperado sino que, de hecho, se ha reducido y, en el mejor de los escenarios, se estima que esta llegue desde el actual 22% a 30% para el 2050 lo que, para Valdivieso, representa un riesgo enorme para la propia continuidad del sistema.

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Además, Gillian Tett, del Financial Times, entrevista al ex jefe de la Reserva Federal de EE.UU., Alan Greenspan sobre la situación de la economía global y sobre las medidas que este tomó y ayudó a tomar antes de que se desatara la crisis.