“La demanda de bienes en Navidad es bien particular porque en algunos casos son compras por impulso”, señaló José Carlos Saavedra, socio de Apoyo Consultoría.
“La demanda de bienes en Navidad es bien particular porque en algunos casos son compras por impulso”, señaló José Carlos Saavedra, socio de Apoyo Consultoría.
Redacción EC

Gracias al efecto estacional que se produce durante las fiestas navideñas, las expectativas de los consumidores tuvieron una ligera mejora en el último mes del año. Así, el Índice de () de Lima Metropolitana –elaborado por Apoyo Consultoría e Ipsos– alcanzó los 51 puntos, tres por encima del resultado de noviembre.

“Cada diciembre hay un salto positivo en la confianza que tiene que ver con la campaña navideña; y porque al cierre del año mejoran las expectativas del próximo año”, señaló José Carlos Saavedra, socio de Apoyo Consultoría.

Al respecto, explicó que si se corrige el efecto de las , la mejora de diciembre no es tanta. Se observa más bien que el nivel de la confianza se mantiene en terreno negativo [pasó de 48 a 49 puntos].

Si el Indicca se ubica por debajo de los 50 puntos, se considera que la confianza de los consumidores es pesimista; mientras que por encima de ese nivel, optimista. Este, además, muestra la percepción de los hogares en base a la situación económica actual de sus familias, expectativas sobre la evolución de la economía en los próximos 12 meses, percepción sobre los precios y empleo.

Asimismo, en los últimos meses –descontando el efecto estacional–, la percepción de la situación económica actual se ha deteriorado, mientras que las expectativas del próximo año han mejorado.

“Hay un contraste entre cómo se percibe la situación actual y lo que se espera [para el 2020]. En diciembre también se ha dado eso”, agregó Saavedra.

ALGUNAS MEJORAS

Según el Indicca, destacan dos mejoras puntuales en diciembre. La primera es la situación económica de los consumidores con mayores ingresos que mostró señales de estabilización tras tres meses de deterioro. La segunda, las expectativas de los consumidores continuaron aumentando y registrando altos niveles.

Las ventas de algunos sectores, cuya demanda depende en mayor medida del segmento de familias de mayores ingresos –como el sector inmobiliario–, han crecido a buen ritmo entre enero y setiembre. Esa estabilización en la situación económica de las familias de los niveles socioeconómicos (NSE) AB sugeriría que el dinamismo en estos sectores ha continuado al cierre del año. Asimismo, el porcentaje de familias que esperan una mejora en su situación económica en los siguientes 12 meses pasó de 52% (en agosto) a 56% (en diciembre), uno de los niveles más altos de la última década.

LOS DESAFÍOS

De acuerdo con Saavedra, hace falta que el empleo crezca a mayores tasas para que la percepción sobre la situación económica actual mejore, sea generalizada y satisfaga las expectativas futuras.

El economista recordó también que el empleo informal ha estado muy golpeado este año porque los salarios promedios han caído y este grupo, sin acceso al crédito, podría tener menores niveles de compra o, incluso, un estancamiento.

“Los salarios promedio en el sector privado han dejado de crecer [...] pero si el próximo año la situación no mejora con la fuerza que los consumidores esperan, es posible que sí tengan que hacer unos ajustes en su presupuesto. Es un riesgo que hay que monitorear y que baja significativamente si el empleo crece a mayores tasas”, explicó.

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