Pese a la fuerte caída de agosto, la inversión pública acumula un crecimiento de 13.4% interanual en lo que va del 2018. (Foto: USI)
Pese a la fuerte caída de agosto, la inversión pública acumula un crecimiento de 13.4% interanual en lo que va del 2018. (Foto: USI)
Luis Fernando Alegría

Desde que se creó la figura de los gobiernos regionales y locales, un problema recurrente ha sido que les toma tiempo adaptarse, armar sus equipos y aprender a ejecutar el gasto público.  

El año 2019 será un año sui géneris por dos razones: es la primera vez que el 100% de autoridades subnacionales serán nuevas en sus cargos, pues en el próximo período electoral está prohibida la reelección. Además, estos niveles de gobierno tendrán recursos históricamente elevados.

El plan de descentralización del presupuesto para el 2019 implica que las regiones y municipios podrían concentrar hasta el 70% del total de los recursos para la inversión pública, tal como dijo el ministro Carlos Oliva ante el Congreso el último jueves. Esto, considerando la evidencia histórica, podría convertirse en una crónica de un frenazo anunciado en la ejecución.

El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) es consciente de esta posibilidad y en su último Marco Macroeconómico Multianual (MMM) prevé que la inversión pública crezca 4,5% el próximo año.

LOS IMPACTOS

Para evaluar el impacto que la no reelección de autoridades ha tenido en períodos previos, en la Unidad de Análisis Económico de El Comercio consideramos una muestra de 10 municipios de Lima Metropolitana y comparamos la ejecución de sus recursos en el primer y segundo semestre posteriores a su toma de mando.

Las municipalidades elegidas fueron de los 10 distritos que más presupuesto concentran: la Municipalidad Metropolitana de Lima y las municipalidades de Ate, Puente Piedra, Villa El Salvador, San Martín de Porres, San Isidro, San Juan de Lurigancho, Comas, Santa Anita y La Molina.

Considerando las 10, cada vez que nuevas autoridades tomaron el mando, en promedio ejecutaron solo 18% de su inversión anual en la primera mitad de su año inicial.

El 2007 es el primer año en que se cuenta con cifras y conceptos comparables a este nivel de gobierno en la consulta amigable del MEF. Estimamos cuánto de la inversión de ese año se ejecutó en el primer y segundo semestre y resaltan conclusiones importantes.

En el 2007, cinco municipios tuvieron nuevas autoridades y estas, en promedio, apenas ejecutaron el 4% de su inversión anual durante el primer semestre. El 96% restante fue invertido en la segunda mitad. En contraste, los alcaldes que se quedaron en sus puestos ejecutaron 50% en cada mitad del año.

El año 2011 fue la segunda ocasión en que hubo cambio de gobierno. De la muestra seleccionada, siete municipios vieron cambios de mando y concentraron una ejecución de 26% de la inversión del año entre enero y junio. Los tres que no cambiaron de alcalde invirtieron 33% en promedio en sus primeros seis meses.

Durante el 2015 la figura fue similar. Seis municipalidades cambiaron de timonel y ejecutaron 20% de su inversión en el primer semestre. En aquellas que mantuvieron a sus gobernantes, la cifra alcanza el 34%.

A la luz de estos datos, es de esperarse que el primer semestre del 2019 sea débil para la inversión pública, que estará más concentrada que nunca en los nuevos gobiernos subnacionales. En entrevista con este Diario, el ministro Oliva ha afirmado que, si la inversión pública subnacional cayera solo 5%, “habremos avanzado un montón”.

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