El sector energético fue golpeado por la caída en la inversión extranjera directa. Impulsar la industria extractiva podría ser una solución. (Foto: Archivo)
El sector energético fue golpeado por la caída en la inversión extranjera directa. Impulsar la industria extractiva podría ser una solución. (Foto: Archivo)
Christian Lengua

El publicó recientemente el “Informe Macroeconómico del Segundo Trimestre del 2020”. En el reporte destaca la caída de la en el país que registró un flujo de US$ 251 millones, monto mucho menor al conseguido en el mismo periodo del 2019 (US$ 2.187 millones).

Esta caída se debe principalmente a la menor reinversión de utilidades, que este trimestre fue de US$ 323 millones, registrándose una caída de US$ 1.651 millones respecto al segundo trimestre del 2019. Asimismo, la reducción en el flujo de inversión directa se dio principalmente en los sectores de servicios no financieros (US$ 879 millones) y energía (US$ 841 millones).

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Específicamente en el sector energético, ¿cómo se puede revertir esta tendencia negativa? Gonzalo Tamayo, ex ministro de Energía y Minas y socio de Macroconsult, explicó que la energía es un insumo que sirve para todos las demás sectores, y la recuperación económica va a ser la forma más rápida para reactivar la inversión en este sector.

“El principal consumidor de energía eléctrica y también de combustibles es la minería. Como la minería tuvo que parar, cayó también la compra de electricidad y combustibles. Para impulsar la energía, un tema clave tiene que ver con cómo hacer que la minería siga creciendo”, apuntó.

Refirió que, afortunadamente, el precio de los minerales se viene recuperando y esto favorecerá a la reactivación.

Otro factor clave que apuntó Tamayo es la imagen internacional que estamos dando. Puso como ejemplo un proyecto en el Congreso que busca bajar la tasa regulatoria al sector eléctrico de 12% a 10%, como si hoy el nivel de riesgo país fuera menor que hace 6 o 12 meses.

“Por el contrario, estamos dando señales de que las leyes cambian de forma vertiginosa, y que se actúa de manera populista. A nivel internacional, porque en energía invierten mucho de fuera, esto puede ser visto como una elevación de riesgo institucional en el Perú, donde las leyes cambian sin recurrir a la opinión técnica. Estas señales deben evitarse”, subrayó.

Por su parte, Pedro Gamio, ex viceministro de Energía, atribuyó la caída de la inversión extranjera directa a la pérdida de gobernabilidad del Perú. “Hay cada vez una más complicada distancia entre lo que el gobierno quiere y puede”, expresó.

Refiriéndose al sector hidrocarburos, indicó que los actores sociales se convierten en una barrera y ya no basta que haya un Decreto Supremo que apruebe una concesión, ahora se debe desarrollar un complejo sistema de licencia social que permita que una inversión sea viable. Por ello, dijo, en la selva peruana casi la totalidad de proyectos están en jaque.

En el campo específico de la electricidad, para Gamio una oportunidad sería la de promover energías renovables, pero tampoco se está haciendo. “Tenemos cerrada esa puerta desde el año 2013, y sería un mensaje bueno abrirla a la inversión extranjera directa, porque hay muchos interesados y es un sector que no tiene resistencia como otros”.

Por otro lado, el hecho de haberse cometido errores en las concesiones de gas produjo problemas de arbitraje. Esos errores también suman a la pérdida de confianza país y tienen que ver con la falta de predictibilidad, que es una importante condición para ganar confianza del capital extranjero, reflexionó Gamio.

MINERÍA ES CLAVE

En cuanto a inversión minera, el Minem informó que en el segundo trimestre del 2020, esta ascendió a US$ 856 millones, es decir US$ 485 millones menos que lo registrado en el segundo trimestre del año pasado (-36,2%). Tamayo resaltó la importancia de seguir promoviendo proyectos mineros.

Una de las tareas, puntualizó, es asegurar la continuidad de los proyectos que existen, y que sigan operando. Los bloqueos de carreteras, como el que paralizó más de cien días Las Bambas el año pasado, no se deben repetir. Para ello, el gobierno debe tomar las medidas que se requieren y no dejar que el conflicto escale.

En esa línea, se debe asegurar la continuidad de la construcción de proyectos como Quellaveco y Mina Justa. “Quellaveco va a ser una mina muy grande de producción de cobre. Le falta un par de años, pero hay que evitar que la construcción se retrase”, indicó el exministro.

Pedro Gamio, al respecto, indicó que el Perú tiene cinco veces el valor de nuestro PBI en reservas probadas de cobre, pero que no podemos desarrollarla por problemas de gestión país. En caso se desarrollara, se podría mejorar en salud, educación y calidad de vida.

Manifestó que se debe aprovechar las oportunidades que la industria extractiva nos da. “El cobre y otros minerales en este momento vienen ocupando un rol importante en la economía mundial. Nos podrían financiar esa recuperación que tanto ansiamos”, apuntó.

Gamio concluyó diciendo que se puede acelerar la hoja de ruta, pero para eso se necesita una gestión muy eficiente, y corregir lo que antes no se corrigió. “Ese es el tema principal, la gestión del país tiene que mejorar. Sino la situación puede empeorar”.

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