La meta del Gobierno es incorporar al Perú a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). "Alcanzar tal objetivo demandará una drástica reducción de la desigualdad en el Perú", indica Oxfam, tras sostener que luchar contra la desigualdad implica la reducción y erradicación de las brechas de género.
Según datos del Índice de Desigualdad de Género de las Naciones Unidas, en el Perú persisten fuertes disparidades entre hombres y mujeres. Mientras que en países de la OCDE como Suecia o Noruega el producto económico de una mujer es el 78% del de un hombre, en el Perú apenas equivale al 58%.
Las brechas laborales también son grandes. Mientras en promedio una trabajadora mujer en los países OCDE percibe alrededor del 80% del ingreso de un trabajador hombre, en el Perú recibe en promedio menos del 70%.
Esta disparidad económica también se expresa en la capacitación y educación técnica y profesional, que luego influye en el acceso a mejores puestos de trabajo.
La insuficiente oferta de formación laboral para las trabajadoras en el Perú implica que la mayoría ocupe empleos de nivel básico, con menores ingresos y beneficios. Se estima que por cada 10 trabajadores, profesionales o técnicos, hay apenas 7 mujeres.
"Si el Perú quiere acercarse a los niveles de los países OCDE, tiene que fortalecer sus políticas para reducir las brechas de género, especialmente en el plano económico", sostiene la organización.