'Ley Pulpín':¿qué debería contener una ley que la reemplace?
'Ley Pulpín':¿qué debería contener una ley que la reemplace?

Tras 41 días de que el presidente Ollanta Humala la promulgara, el Pleno del Congreso derogó la ley del  (conocida como 'Ley Pulpín'), que pese a tener como objetivo promover la contratación de jóvenes de entre 18 y 24 años por parte de empresas formales, no sobrevivió a la oposición de un sector de la población y de congresistas que se negaban a aceptar que se recortaran beneficios laborales para reducir el costo de contratarlos. 

El abogado laboralista Jorge Toyama, del Estudio Miranda & Amado, consideró que "los que pierden con la derogatoria del régimen laboral juvenil son los que hasta ahora han estado perdiendo, los jóvenes, que están desconectados del mercado laboral en un panorama ecónomico que cada vez es menos positivo y en el que las empresas van a endurecer seguramente sus políticas de contratación. Ahora más que nunca es urgente trabajar por los jóvenes".

Un paliativo a esta situación podría ser el anteproyecto de una nueva ley de trabajo para los jóvenes que sería elaborado por una Comisión Multipartidaria en el Congreso, cuya formación será propuesta por la bancada de Acción Popular, según anunció hoy el parlamentario

Pero, ¿qué debería contener esta propuesta?

Para empezar, de acuerdo con representantes de la facción de la bancada nacionalista que estuvo a favor del régimen laboral juvenil, se debería buscar no perder los más de S/.600 millones que el Ejecutivo se había comprometido a invertir en la capacitación de los jóvenes a través de la devolución de impuestos a las empresas. 

Por su parte, el laboralista Ricardo Herrera, del Estudio Muñiz, Ramírez, Pérez-Taiman & Olaya Abogados, opinó que lo que queda claro tras la derogatoria es que es inviable políticamente un cambio legal que promueva el empleo juvenil reduciendo los beneficios laborales, por lo que "habrá que buscar alguna alternativa de reducción de costos laborales sin recortar beneficios", dijo. 

En ese sentido, recordó la experiencia colombiana, que creó en el 2010 un régimen para jóvenes hasta los 28 años, en el cual el Estado subsidiaba el costo del seguro social -que representaba el 15% del sueldo- haciendo mucho más conveniente para las empresas contratar a personas dentro de este grupo etáreo. 

"Lo que el Estado inicialmente dejó de recaudar en materia de seguridad social fue compensado en parte por la mayor recaudación del impuesto a la renta. Un esquema así podría adoptarse en el Perú", dijo. 

En la ley del régimen laboral juvenil derogada, el Estado subsidiaba los pagos a Essalud, pero solo en el caso de las micro y pequeñas empresas. 

También consideró que se podría fomentar la contratación de jóvenes reforzando el régimen de formación laboral juvenil, en el cual se capacita al joven en un oficio pero contratándolo fuera de planilla. 

EVITAR DEBATE POLÍTICO

Por su parte, Toyama consideró clave entender que, como toda norma, la nueva ley laboral juvenil debería ser elaborada considerando el aspecto técnico, político y social. "En este caso la norma era técnicamente correcta, pero ganó lo político y lo social presionó para que se derogara", opinó. 

En ese sentido, consideró que el Gobierno debería reactivar el Consejo Nacional del Trabajo (CNT) para que en este ámbito se realice el debate técnico y también se cubra el aspecto social, antes que la norma se debata a nivel político. 

Entre los ingredientes que se podrían utilizar para elaborar esa propuesta legislativa, consideró que se deben mantener aspectos del régimen laboral juvenil derogado como el que obliga al empleador a contratar a los jóvenes por al menos un año y el que otorga un subsidio estatal para el pago de Essalud en el caso de las mypes. 

Sugirió que se evalúe, en el caso de los beneficios laborales, otorgarles media CTS y media gratificación, reducir las vacaciones a 20 días y que estas vayan aumentando año a año o, incluso, diseñar un seguro de desempleo especial para jóvenes, "lo cual nos pondría a la vanguardia del mundo en legislación laboral". 

¿Qué riesgos se corren en este debate? Toyama consideró que la brega por el régimen laboral juvenil ha ideologizado el debate legal sobre los regímenes laborales, abriendo la puerta para que prosperen propuestas populistas, cuando el contexto de desaceleración hace aún más necesario reducir la rigidez laboral para promover la creación de empleos. 

Contenido sugerido

Contenido GEC